Empresarios de Durango piden importar cemento
Salvador Chávez, ex presidente de Canadevi, señala que mientras el precio internacional oscila los 60 dólares por tonelada, en México se comercializa en alrededor de 170 dólares
ESilvia Ayala/ l mercado interno mexicano no cuenta con una competencia en el costo del cemento, el acaparamiento de tres o cuatro empresas productoras está ahogando a los constructores y finalmente la ciudadanía será la más perjudicada, de ahí que desde Durango se exija a las autoridades permitir la importación de este producto.
Salvador Chávez, ex presidente de CANADEVI en Durango y actual vicepresidente del Centro Coordinador Empresarial (CCE), expresó que un grupo de seis empresas productoras de cemento se han puesto de acuerdo y dado que la empresa que domina el mercado es CEMEX con más del 50 por ciento de la producción nacional por lo que al anunciar el incremento de su producto, las diversas cámaras de constructores, CMIC, CANADEVI, Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios y más que se están sumando protestamos y exigimos que exista una libre competencia que regule el precio en el mercado.
Detalló que esto es debido a que las seis empresas que dominan el mercado se ponen de acuerdo en un oligopolio
Expertos en la materia reconocen que al final el afectado es el consumidor Una de las propuestas es que sea viable controlar el precio del cemento
y se exige la intervención de la Comisión de Competencia Económica para que revise este tema, “mientras el precio internacional del cemento ronda los 60 dólares por tonelada, en México se vende alrededor de 170 dólares, es un sobreprecio excesivo que impacta todas las obras públicas que se generan dentro del gobierno, en lo privado y en la industria de la vivienda”, apuntó.
Señaló que una de las propuestas que consideran sea viable para controlar el precio del cemento en México, es la importación del producto sin que se le pongan “trabas”.
Recordó que en años atrás se intentó importar desde Rusia, pero CEMEX con argucias logró que se le impusieran multas e impidieron la descarga del mismo y venía un 28 por ciento más barato que el precio que se tenía en el país; no queremos ir en contra de los empleos, ni la industria en el país, pero queremos precios justos y que las cementeras sean más eficientes y participen en una libre competencia, que el propio mercado fije los precios y no sea una decisión de unos cuantos.
Salvador Chávez agregó que la propuesta de importación ya fue presentada a nivel nacional, específicamente con la Secretaría de Economía y la SEDATU, donde se han solicitado mesas de diálogo con las cementeras, pero su respuesta fue “salir” de las Cámaras Empresariales como socios proveedores y cortar el beneficio, “pero no podemos vendernos como constructores por el patrocinio que puedan dar o no, porque esto va en perjuicio de todos los mexicanos”, apuntó el constructor duranguense.