Entonces, Mr. Nolan, ¿qué es el cine?
uando una de las personas que tanto admiras, como nosotros aquí lo hacemos con Christopher Nolan, dice algo que para uno resulta tan evidentemente equivocado, no hay de otra que pasar el día entero discutiendo y quiero contarles cómo se han puesto las cosas en esta redacción y en otras discusiones con otros amigos amantes del cine.
Para Nolan el cine, para ser tal, solo se debe ver en el cine. Está bien. Coincido por el mero placer que me provoca la sensación de estar sentada en una sala oscura con una palomitas esperando que me transporten de mi realidad hacia alguna gran historia, pero uno no puede dejar de pensar que este hombre que nos ha regalado las brillantes
y la reinvención de tiene un romance trágico con algo que ya no volverá: el celuloide.
Nolan es de los pocos que insisten en seguir filmando, eso quiere decir con película y no cámaras digitales, sus producciones. Sigue buscando y encontrando siempre esa textura y colores que está convencido no se puede reproducir en el mundo digital. Es una enorme y brillante contradicción, porque es el más conservador de los grandes innovadores.
¿Pero decir que Netflix es solo una moda? Me parece difícil de entender de una mente tan brillante. Lo mismo decían de los celulares. Y el tema no es Netflix en sí. Es hacia dónde se está moviendo el mundo de los grandes narradores de historias. Donde hay más incentivos para ser libres para crear, donde pueden ser más vistos por más personas. ¿Quién estará ocupando el lugar de los tal y como los conocemos? Y en todo este contexto, ¿quién tendrá derecho a llamarse cine y quién no?
Entiendo e incluso apoyo la batalla de muchos de los que se han pronunciado, aunque no de manera tan contundente, al respecto. Esa ventana de tres meses entre que la película es estrenada en una sala de cine hasta que pase a otros formatos es vital para la subsistencia de la industria como la conocemos. ¿Pero cómo mantenerla si el mismo productor distribuye, vía
su propio producto? ¿Y cómo luchar contra ellos cuando esos productos, como o son producciones tan brillantes y valientes? Es difícil saber qué posición tomar.
Si no quieren llamarlos cine, si quieren que solo les digamos “largometrajes para televisión digital” y los queremos fuera de los festivales y las premiaciones, pues eso puede pasar. Pero eso no va a detener, bajo ninguna circunstancia, el hecho de que la mayoría de los grandes, más grandes creadores del mundo están experimentando donde sea que puedan trabajar mejor.
Tal vez Nolan y Almodóvar no estén muy contentos, pero tampoco creo que se tengan que preocupar. Lo digital sí reemplazará para siempre al celuloide, pero no a la experiencia de ir a una sala a vivir la historia como una aventura completa. De eso estoy segura.