“Manolo y Jorge: ¡Aguas!”
Cómo gobernarán Manolo Jiménez y Jorge Zermeño, alcaldes de Saltillo y Torreón, sus mini alcaldías de un año?
Manolo no buscará su reelección y tendrá 6 meses para intentar asegurar la gobernabilidad política, eficiencia administrativa y progreso económico de Saltillo.
Jorge, en cambio, sólo gobernará Torreón del 1º de enero, día de su toma de protesta, al 5 del mismo mes, como lo exige la Ley Político Electoral Estatal de Coahuila. Ese día, Zermeño pedirá licencia para renovar su mandato en 2018, y el Cabildo nombrará su sustituto. Si es reelegido, Jorge regresaría el mes de agosto de 2018. Y si no lo fuera, ese mismo mes iniciaría su proceso de entrega-recepción al equipo del Presidente Municipal electo.
¿Qué puede esperar Torreón del relevo de Jorge, del 5 de enero al 1 de julio de 2018? ¿O Saltillo de Manolo? Muy poco.
Peor aún. En ese mismo tiempo, Manolo y el interino de Jorge compartirán el peso de 2 cruces: Apechugar 4 campañas electorales para Presidente, Senadores, Diputados Federales y Alcaldes. Y sufrir, al mirar, cómo su ejercicio real de poder es acotado el 1 de julio, cuando es elegido el nuevo Presidente Municipal.
Bajo esas circunstancias: ¿Qué tanto, Manolo y el interino, podrán conducir sus respectivos Ayuntamientos a buen puerto? ¿Cómo manejarán ese vacío de poder político y administrativo para preservar la gobernabilidad y la seguridad de sus ciudadanos?
“¿Quiénes serían los beneficiarios en Saltillo y Torreón de ese vacío, durante 365 días?
“Los favorecidos serían el narcotráfico y el crimen organizado que permanecen al acecho para aprovechar los cambios o vacíos de poder gubernamental. Como lo muestran, en fechas recientes, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua”.
Este vacío de poder en ambas ciudades, “sería agudizado por un gobernador constitucional, incapacitado para entender y enfrentar esta realidad. O, al menos, para mejorar las prácticas institucionales que mantuvieron a ese sanguinario animal a relativa distancia”.
Así que, Manolo y Jorge: ¡Aguas!