El brexitduro de May se enfrenta al Parlamento
La primera ministra británica, ante el reto de impulsar sus proyectos sin mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes
George Parker/ La primera ministra británica Theresa May publicó ayer la iniciativa insignia del gobierno sobre la legislación del brexit, que marca el inicio de una guerra parlamentaria de desgaste sobre cómo debe salir Reino Unido de la Unión Europea y plantea una seria prueba para su autoridad.
El proyecto de derogación para transponer la ley de la UE a los estatutos de Reino Unido será el primero de ocho iniciativas de ley del brexit que May espera promulgar, todos ellos pueden enfrentarse a enmiendas de los parlamentarios y colegas que quieren llevar a Gran Bretaña a una salida “más suave” del bloque.
Trabajando con una Cámara de los Comunes que cuenta una mayoría de solo 12 parlamentarios después del mal desempeño de los conservadores en las elecciones del mes pasado, May puede enfrentar impugnaciones semanales de los políticos pro Europa contra sus planes de un brexitduro, sabiendo que cualquier medida para diluirlas puede provocar rebeliones de los euroescépticos conservadores.
Chuka Umanna, líder parlamentario laborista a favor de la UE, y Anna Soubry, directora parlamentaria conservadora y ex ministra de Negocios, formaron un grupo multipartidista opositor al brexitduro. “Es realmente importante que se considere al Parlamento en este proceso”, dice Umanna. “No podemos permitir que el Ejecutivo nos trate como espectadores. Se trata de que los parlamentarios hagan a un lado sus diferencias y pongan en primer lugar el interés nacional”.
Jeremy Corbyn, el líder laborista, pese a que no es un entusiasta de la UE, prepara al principal partido opositor a luchar por una salida que deje a Gran Bretaña con el mismo acceso al mercado único. También se espera que presione Theresa May presentó ayer su primera iniciativa sobre la separación de la Unión Europea. por un régimen liberal de inmigración después de que Reino Unido salga de la UE, en marzo de 2019.
Los Demócratas Liberales y el Partido Nacional Escocés también se unen para presionar por un brexit más suave. Gran parte depende de que los conservadores proeuropeos aprovechen un Parlamento suspendido para moldear la estrategia del brexit de May. Solo se necesitan siete conservadores rebeldes para derrotar al gobierno.
Las verdaderas batallas comenzarán en otoño, cuando el Parlamento comience a debatir los proyectos de ley del brexit en refriegas que pronto pueden llegar a parecerse a la lucha por el tratado de Maastricht de la UE en la década 90. El grupo de Umunna quiere reunir a los parlamentarios conservadores que no están entre los “sospechosos comunes” para defender temas específicos. “Tiene que venir de los diputados sin cargo oficial”, dice un parlamentario a favor de Europa. “Los conservadores no van a votar por algo que presente Corbyn”.
Además del proyecto de ley de derogación, los rebeldes tendrán la oportunidad de enmendar la legislación sobre un nuevo régimen aduanero, comercio, inmigración, pesca, agricultura, regulación nuclear y sanciones internacionales. Éstas pueden ser algunas de las principales refriegas parlamentarias, incluyendo las de la Cámara de los Lores, donde el gobierno no tiene una mayoría: muchos parlamentarios conservadores dejaron claro a May que no van a tolerar el resultado de un “no acuerdo” en las negociaciones del brexit entre Reino Unido y la UE. May insistió en campaña que un “no acuerdo” debe ser una opción.
Seis parlamentarios conservadores —Heidi Allen, Ken Clarke, Bob Neill, Claire Perry, Antoinette Sandbach y Anna Soubry— desafiaron al gobierno en febrero al insistir en un voto sobre un acuerdo (o no) final.
Nicky Morgan, conservadora ex secretaria de Educación, dijo entonces: “Cuestionamos a los que piensan que no tener un acuerdo es aceptable”. Si May propuso que Gran Bretaña saliera de la UE sin un acuerdo, el voto de confianza de