“El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad” Hemingway
Es el poder lo que está en juego en Coahuila!, me exclamó un colega en torno a una pregunta de sobremesa que nos hicimos algunos colegas ayer sobre el fondo del problema postelectoral. La respuesta me pareció un tanto superficial pero después no dudé en abrazar la exclamación para volver a preguntarme: ¿Qué es el poder? Es el que tiene el mando, la autoridad y las facultades para hacer, no hacer y dejar de hacer en una relación entre individuos con matices de dominio y obediencia. En ese sentido, San Agustín deliberaba sobre la comunidad política y el poder en la ciudad de Dios al señalar: “los criados a los amos, y en la casa del justo sirven también los que mandan a aquéllos que parecen dominar. Así creo Dios al hombre”.
Sin embargo, el poder como tal no es malo ni bueno (sin apelar a deidades), sólo adquiere sentido por la decisión, por la voluntad de quien lo utiliza. Y volviendo a San Agustín (uno de mis principales autores en cratologia),apunta sobre el fin del poder: “No es menester evitar como un mal la potencia, pero es necesario guardar el orden y el primer supuesto lo ocupa la justicia”.
¿Para qué demonios buscan entonces el poder? Para servir debe ser y no para servirse. Tan sencillo pero la ambición de muchos políticos los tuerce. En la Laguna y en Coahuila ya no caben más Duartes, Padres y Borges por mencionar algunos de la última camada de la generación podrida de gobernadores.
Y es que los políticos se han apartado del fin último del poder. Políticos que utilizaron al poder judicial para venganzas personales. Encerrar a sus adversarios políticos era el pasatiempo de los mezquinos.
La fuerza del poder político va más allá de la fuerza legitima que se puede usar en nombre del estado. La esencia del poder político estriba en el polo opuesto de la fuerza, en la autoridad moral, la misma que le hará falta al INE para señalar las inconsistencias de un proceso donde se juega el poder, un juego que sin duda tendrá que repetirse.