Ortuño “hace patente el absurdo en que vivimos”
En Casa Lamm, Ana García Bergua y Juan Casamayor comentaron el libro de cuentos
Parecía que estaban todos en la noche de Antonio Ortuño: se trató de la presentación ofi cial de Lavaga ambición (Páginas de Espuma, 2017), el volumen de cuentos que le permitió al escritor ganar el Premio Ribera del Duero 2017 y del que ya ha hablado en infi nidad de entrevistas —tan solo en España tuvo alrededor de 150, confiesa—, pero en Casa Lamm fueron otros los que refl exionaron acerca de una obra que tiene el “carácter de bala expansiva”. “Pocos libros de relatos guardan la magia de la condensación”, comentó la escritora Ana García Bergua en su intervención, “una magia que al parecer se lee con rapidez, pero después se abre adentro del lector como una flor llena de filos. Ortuño practica aquí eso que llamamos ‘autoficción’ y cuenta quizá no todo, pero sí mucho, de la actual vida de los escritores”.
Con el reconocimiento obtenido por el galardón español, Ortuño se convierte en embajador de nuestra narrativa y “nuestra triste realidad en las Europas y más allá, gracias a un premio entrañable y admirable”, según la escritora, quien señaló que los cuentos de Lavagaambición son fieles a su prosa novelística: “Clara, ágil y llena de un humor amargo que no rehúye a la violencia ni al rencor, y que hace patente el absurdo en que vivimos y que le ha tocado, más que nada, a su generación”.
La literata agregó también: “Los nacidos en los setenta vivieron sus infancias durante el último México de la estabilidad, dizque revolucionaria, y se asomaron a la vida adulta cuando todo se puso de cabeza. A contracorriente de los nombres que se les ha querido poner, le llamaría ‘la generación del desencanto’. Su espíritu es el de la generación perdida”.
Por su parte, Juan Casamayor, quien es editor de Páginas de Espuma, aseguró que la trascendencia del Premio Ribera del Duero se puede ejemplificar en el hecho de que a lo largo de sus cinco convocatorias se han recibido alrededor de 850 manuscritos.
Lavagaambición no es el primer libro de Ortuño que edita Páginas de Espuma ya que anteriormente había publicado Eljardínjaponés, pero ahora con el reconocimiento se consolida una labor que los editores “estamos obligados a hacer: iluminar algún lado en la creación literaria de algunos escritores, y Antonio me ha dado sus libros, sus lecturas, pero sobre todo su amistad y una familia en Guadalajara. Y eso es lo mejor que a mí me ha pasado”, añadió Juan Casamayor.