Los Buzos Castañeda
( En un caso hipotético) ¿Cuánto pagaría para que los Buzos Castañeda recuperaran el cuerpo sin vida de un familiar que murió en las aguas del río Nazas? Qué tarifa le pondría.
Desde hace 30 años, Don Antonio Castañeda adiestró a sus hijos en el rescate de personas ahogadas en las engañosas aguas del río. No contaban con ninguna capacitación real en el tema, sus únicos maestros fueron libros que adquirieron a lo largo de los años, mismos que han transcurrido sin que alguna autoridad les haya proporcionado seguridad laboral, mucho menos beneficios post mortem (porque la labor, incluso para los hermanos Castañeda, es de extremo riesgo).
Eso sí, me consta que año con año, los responsables de Protección Civil de los municipios conurbados de la Comarca Lagunera insisten en que introducirse a nadar en los canales de riego de la región constituye un delito, desafortunadamente no atendemos las recomendaciones (que más bien huelen a orden).
Hace 10 años, cuando la violencia no había recrudecido en La Laguna, las muertes por ahogamiento superaban los índices de crímenes dolosos, situación que resultó alarmante para las autoridades, y ahí estuvieron ellos. El gran debate ahora es quién tendría que pagar un sueldo, seguros de vida, afiliación al IMSS o ISSSTE a los Buzos Castañeda quienes por años han estado ahí ante el llamado de cualquier municipio (Torreón, Gómez Palacio, Matamoros, Francisco I. Madero y Lerdo sobretodo).
Muchos funcionarios han insistido en que “les gusta tirarse al piso (a los Buzos Castañeda) para que alguien los levante”, dicen que son jubilados de la Comisión Federal de Electricidad (aludiendo seguramente a que no están tan “amolados” como argumentan en sus entrevistas). La interrogante es para todos aquellos que piensan que el trabajo desarrollado por el voluntariado no debe ser retribuido económicamente, que el término en sí alude a la gratuidad en esas actividades. Qué tendría de malo remunerar las funciones de los Buzos Castañeda (en este caso) si año con año hemos comprobado que los señores están ahí sin importar el pago, qué tendría de malo equiparlos correctamente para que continuaran con su labor, qué tendría de malo que quisieran percibir algún pago por arriesgar su vida.
Las pruebas son muchas. Platicamos con José Alfredo Castañeda (uno de los buzos) y dice que recientemente el Ayuntamiento de Lerdo le ofreció alrededor de seis mil pesos mensuales, bien por la alcaldesa María Luis González, pero faltan más, les falta equipo, les falta efectivo para pagar la gasolina que emplean para trasladarse a los distintos lugares en los que son requeridos, dice otro de los integrantes que se mueven en el taxi de otro de los voluntarios. A pesar de que en Lerdo, el cuerpo de bomberos está contemplado en el organigrama de la Dirección de Protección Civil, solamente uno recibe sueldo por honorarios.
Nadie ha tenido la voluntad de proporcionar certeza a estos hombres y no me refiero a los esfuerzos particulares porque María Luisa González y Leticia Herrera les han proporcionado recursos y equipo , me refiero a la certeza metropolitana que deberían tener los Buzos Castañeda porque su servicio alcanza precisamente ese término, el metropolitano.