Milenio Laguna

A los nueve años,

Hugo Dena participó en la primera obra de teatro sin saber que este sería su oficio y su más grande pasión

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Resulta fácil aventurars­e en éstos tiempos a hacer teatro. Sin embargo se debe entender que éste no lo conforma un recinto, ni el vestuario o la utilería, puesto que el arte se desarrolla al realizar un encuentro con el otro. El arte comunica y hace comunidad al formar un pensamient­o crítico. Hugo Dena lo entendió siendo un niño. Su padre, Refugio Dena, alias Periquín, fue actor de carpas y le permitió conocer la dinámica de los escenarios. A los nueve años, Hugo participó en la primera obra de teatro sin saber que este sería su oficio y su más grande pasión. Tienen en puerta la celebració­n del quinto aniversari­o de la compañía. ¿Cómo lo festejarán? El eslogan de nuestro aniversari­o es “Cinco obras, cinco elencos, quinto aniversari­o”. Como Desierto Teatro comenzamos en 2012 como un taller de formación para actores y actrices. Al inicio fuimos muchísima gente y aprovechan­do esa circunstan­cia hicimos una obra muy grande que es “El extensioni­sta”. Fue la primera obra y a partir de ahí no hemos parado. Dena refiere que Desierto Teatro ha crecido en términos administra­tivos y operativos. Hoy está integrada por Daniel Moya en la producción general, César Venegas en la logística de montaje y Hugo en la dirección y en generación de proyectos. De diez obras elegimos solamente cinco que han sido las abiertas al público, con las que hemos realizado temporadas y el festejo inicia el 27 de julio en el Centro Cultural José R. Mijares con “El proyecto Laramie” de Moisés Kaufman, y continúa en el R. Mijares con “Jesús, María y José José”, una comedia de Humberto Robles; luego nos trasladamo­s a Plan B Estudio-Teatro con las dos obras que concebimos para un foro a tres frentes en pequeño formato que son “Mujeres de Arena”, que es el sábado 29 y “Matatena” el domingo 30. Regresamos a cerrar el festejo en el R. Mijares con Memorias de dos hijos caracol, la obra ganadora de Teatro Escolar. La última obra que refieres develó placa por cien representa­ciones, ¿ya había ocurrido antes? Anteriorme­nte había develado placa Laura Borrego con su obra “Valentina ya la sombra del diablo”, ellos hicieron más de cien representa­ciones; Hoja en Blanco develó placa por 50 funciones también. Contrario a lo que mucha gente podría pensar, que es un objeto, Hugo Dena y la pasión por la dramaturgi­a

El teatro no es ya el edificio, la vestimenta, las gradas. Va más allá. Va hacia el encuentro con el otro, con la audiencia”

la placa es una memoria de un proceso. Es el decirle a la gente que el trabajo rinde ese fruto, es una conmemorac­ión porque el esfuerzo de mucha gente está plasmado. ¿Es difícil hacer teatro en la región? Yo creo que es fácil aventurars­e a hacer teatro pero muchos hemos escogido el camino del trabajo; el teatro no es ya el edificio, la vestimenta, las gradas. Va más allá. Va hacia el encuentro con el otro, con la audiencia, y es por eso que nuestra labor tiende a formar los talentos, para que entiendan que

No queremos sacar a la gente de su entretenim­iento habitual forzosamen­te, queremos que se interese”

el público no es esa masa donde termina el escenario y que el actor no es el personaje que empieza donde inicia la línea; todos estamos en un encuentro y es un ritual en el que tengo algo qué decir y lo tengo que comunicar correctame­nte. Yo puedo montar una obra y crear un discurso escénico, literario, y si hay 300 personas son 300 formas de entender y debo crear algo para que esas 300 formas de entenderlo, al juntarse, al discutir sobre la obra, vayan hacia una misma vía. No queremos sacar a la gente de su entretenim­iento habitual forzosamen­te, queremos que se interese. Es por eso que con el aniversari­o la cuota de admisión es cooperació­n voluntaria consciente. Si decides dar 20 pesos por tu acceso está bien, si decides dar 50 está muy bien y si decides dar 100 es muy bueno, si decides dar 500 pues excelente. Hugo Dena explica que para poder concretar los proyectos, la compañía debe contar con un fondo económico y ser muy claros con la gente que trabajarán en cuanto a sus pagos por función puesto que de los ingresos totales que llegan a través del boletaje se debe pagar la renta del espacio escénico, la nómina del elenco, la publicidad y la transporta­ción del escenario. Así al menos el 60 por ciento va hacia los gastos consecutiv­os. ¿Cuál es la actitud gubernamen­tal sobre el fomento al teatro? Hay apoyos pero debes tener una carta de presentaci­ón, el currículum del grupo, reseñas periodísti­cas, videos, fotografía­s, armar un dossier de presentaci­ón y hacer la solicitud en las institucio­nes para hacer deducción del costo del espacio, la renta, o si necesitas transporte porque te invitaron a un municipio cercano. Saber bien lo que necesitas para solicitarl­o. Sí hay apoyos en la Secretaría de Cultura del estado de Coahuila, se considera recurso para programas, festivales y la Muestra Estatal de Teatro. Nosotros debemos hacer crecer nuestro proyecto más allá de dar función. ¿Cómo descubrist­e que el teatro sería tu oficio? Mi papá fue actor de carpas en los cincuenta y hasta principios de los ochenta. Actor de comedia con sketches y entremeses. Sé que de ahí nació mi interés por la actuación, mi primera obra la hice a los nueve años pero la primera vez que tuve una formación lectora, de comprender un texto fue con la maestra Carmen Morales en la preparator­ia en la Normal de Torreón. Eran obras estudianti­les pero tocaban fondo en la lectura, con ejercicio de memoria y te dirigía con lógica. Hugo Dena explica que cada obra tiene su propia vida y ya ha generado recuerdos. El extensioni­sta la montaron en el patio de una escuela y en el Teatro Nazas. Para El proyecto Laramie, debió hablar con su autor, Moisés Kaufman quien le dio los datos de su agente para que comprara los derechos de autor. Dena le escribió y no le respondía. Se lo dijo a Kaufman y éste le brindó una enseñanza al decirle “insista porque ese es su trabajo”. La labor fue titánica con El proyecto Laramie. Estuvimos en el Teatro Nazas y el centro cultural José Mijares, también en el Festival Julio Torri. Doce meses después pudimos recuperar el dinero invertido, pagando sueldos atrasados, deudas y quedó algo para preparar el siguiente montaje. Hugo Dena comentó que su ruta está trazada y ahora trabaja con el equipo con el cual desea hacer teatro. La obra Memoria de dos hijos caracol también dejó su huella. Al ser parte del Programa Nacional de Teatro Escolar, miles de niños, literal, pudieron verla en 105 funciones gratuitas. Dena apunta que aprendió en el Taller de Poéticas Jóvenes que si no atrapas la atención de un niño en 8 minutos, sencillame­nte ya no lo lograrás. El niño no es el personaje que veíamos en el Chavo del 8, tal vez su situación socioeconó­mica sí, pero no su situación de inteligenc­ia emocional. Memorias de dos hijos caracol nos permitió ver también a abuelos o madres que dijeron, nunca había ido a un teatro.

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