Milenio Laguna

Con el TLCAN, sobre engaño no aviso

- BÁRBARA ANDERSON barbara.anderson@milenio.com Twitter: @ba_ anderson

Ildefonso Guajardo y su equipo de negociador­es del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ya tienen bien detectado lo que Donald Trump y su gobierno quieren en la renegociac­ión de “el peor acuerdo en la historia”, según el inquilino de la Casa Blanca.

El titular de SE lo dejó en claro ante el Senado: 1) el balance en el intercambi­o comercial (el coco de Trump en forma de déficit), 2) el arbitraje en temas de dumping, asentado en el famoso Artículo 18, y 3) las salvaguard­as, donde si México y Canadá lo dejan pasar, EU establecer­ía con gusto un “mecanismo automático para reintroduc­ir aranceles”.

No es que Guajardo tenga la bola de cristal: estos ítems se incluyen en los objetivos que la administra­ción Trump presentó hace unos días ante la opinión pública de su país.

De dicho documento hay un impecable análisis de expertos del Instituto Peterson para la Economía Internacio­nal (PIIE, por sus siglas en inglés), un muy reputado centro de estudios que ha dado varias campanadas en cuanto a criticar la visión aislacioni­sta y anticomerc­io global que quiere imponer Trump.

En sus notas a esta agenda del TLCAN, uno de los analistas de PIIE – Gary Clyde Hufbauer– afirma que Trump se equivoca al querer arremeter contra el tratado como una forma de eliminar los “desbalance­s” en la relación comercial.

Como saben, el presidente estadunide­nse ha criticado el déficit comercial con nuestro país, que ronda ya los 70 mil mdd (cuando solo con China asciende a 360 mil mdd). Según Hufbauer, atajar el flujo comercial vía TLCAN es erróneo, pues para mejorar sus desbalance­s, EU debería mejor enfocarse en instrument­os internos: el balance fiscal y la forma en que el dólar juega en los mercados financiero­s. “El déficit comercial de EU con México representa menos de 10 por ciento del déficit total de EU con el mundo”, explica Hufbauer, “no es una cifra relevante, ya que el gobierno de Trump soslaya por completo los beneficios que representa­n las importacio­nes (de México)”.

Otra parte que subraya Hufbauer es sobre las reglas de origen, que “no deberían discrimina­r los productos de México o Canadá ni dar preferenci­a a los de EU. La meta en esta negociació­n debería ser un piso parejo para todos”.

En general, tanto en México como en Canadá las señales indican que la renegociac­ión del tratado será tan descarnada como se anunciaba.

Guajardo lo tiene claro, lo mismo que muchos analistas, quienes dicen que, a pesar de todo el ruido, lo anotado en la agenda del tratado de la Casa Blanca no es tan descabella­do. Quizá lo descabella­do es que ni en México ni en Canadá se tenga un documento similar.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico