En la isla de Borneo tiene la capacidad para extraer 800 mil barriles diarios
90 por ciento de los ingresos de gas y petróleo del sultanato. La compañía no respondió a la solicitud de comentarios sobre las observaciones del ministro.
El funcionario minimizó las preocupaciones sobre las ambiciones territoriales de China, que incluyen reclamaciones de áreas marítimas donde opera la industria petrolera de Brunéi.
Un tribunal internacional de La Haya el año pasado negó la reclamación de China sobre la mayor parte del Mar de China Meridional, pero Pekín rechazó el dictamen y continuó con el desarrollo de su presencia militar en otras zonas en disputa de la región.
Repsol de España dijo este mes que suspendió la perforación de un bloque petrolero en el Mar de China Meridional, del cual le otorgó licencia Vietnam pero que se encuentra dentro del límite del territorio que reclama China, conocido como la “Línea nueve puntos”. China hizo un llamado para que se terminara el trabajo de exploración.
Umar de Brunéi dijo que su país siempre ha mantenido buenos términos con sus vecinos, entre ellos China. Las empresas de la República Popular están activas en proyectos portuarios, de petroquímica y construcción de puentes en el sultanato. Una posible restricción adicional sobre las ambiciones de energía de Brunéi es el recorte a la producción que impuso el cártel petrolero internacional de la OPEP para elevar los precios.
Si bien el sultanato no es un país miembro del cártel, acordó respetar los límites del grupo al menos hasta fi nales del primer trimestre del próximo año. Brunéi tiene una política para reducir la dependencia económica que tiene de sus exportaciones de energía, pero Umar admitió que los esfuerzos se encuentran en sus primeras etapas.
El gas y el petróleo todavía aportan más de la mitad del producto interno bruto anual, después de que representaban casi dos tercios antes de que se produjera la caída de los precios en el mercado mundial.