Exponen al tacto pinturas de Caravaggio y Rafael
Cuatro obras maestras de las artes plásticas universales pueden ser disfrutadas a través de ese sentido en esa exhibición única
SEFE/ entir con las manos las obras de grandes maestros como Caravaggio o Rafael, comprender los matices y descubrir detalles de sus obras con el tacto es lo que propone la muestra Contacto, que se celebra en Roma. “Se pueden tocar con las manos pinturas que normalmente solo se ven y que ahora hemos realizado en relieves bidimensionales para brindar la posibilidad de tocar los personajes, los paisajes y cualquier otro elemento que se encuentre en los cuadros”, explica Chiara Di Pillo, una de las guías de la exposición.
La muestra, que se exhibe en el Museo de Roma, invita a los amantes del arte a vivir una experiencia táctil muy original para sumergirse en el mundo de la pintura de una forma diferente.
Cuatro son las obras que la componen: Magdalenapenitente y LaVirgendelosperegrinos, ambas de Caravaggio; Elprofeta Isaías, de Rafael, y Lamentosobre elCristomuerto, de Correggio.
Estas cuatro joyas, tres óleos sobre lienzo y un fresco, han sido reproducidas en tres superficies en relieve, que a su vez están colocadas a tres alturas diferentes para que puedan ser palpadas tanto por adultos como por niños. Tres lienzos y un óleo, las piezas reproducidas en relieves.
La idea inicial de esta muestra fue dar a los ciegos la oportunidad de disfrutar en primera persona de estos cuadros, pero esa intención se hizo más amplia y ha acabado permitiendo a todos, videntes y no videntes, palpar el arte. “Los videntes también descubren un sentido (el tacto) al que normalmente se le da menos importancia que a la vista cuando se habla de arte, que es el sentido predominante”, relata Di Pillo.
Al entrar en la exposición un guía entrega al visitante una venda que se coloca en los ojos y se mantiene todo el itinerario, cuando podrá ver la obra que palpó en copias.
Es conducido frente a las reproducciones en relieve de los cuadros y puede acariciar las líneas del marco para comprender las dimensiones de la obra. Hay una frase en braille que podrá recorrer con sus dedos y que será leída por el guía, quien le indica el título del cuadro, el nombre del autor y la fecha en la que fue pintada.
El visitante puede rozar las siluetas de los personajes, los pliegues de sus ropajes, las rugosidades de sus cabellos y la tersura de sus rostros. Los cuadros carecen de colores, pero en la superficie se alternan texturas diversas: rugosas, lisas, suaves, ásperas, y relieves de distinta altura.