Chevron concreta arreglo fiscal con Australia
Jamie Smyth/ Chevron llegó a un arreglo sobre una disputa fiscal con las autoridades de Australia sobre las reglas de precios de transferencia, un caso histórico que podría tener implicaciones para las multinacionales en ese país y en otros lugares.
La compañía petrolera confirmó el viernes que abandonó sus planes para apelar la decisión del Tribunal Federal que confirmó una demanda tributaria de 340 millones de dólares australianos establecida por la Oficina de Impuestos de Australia (ATO, por su sigla en inglés).
La decisión de Chevron debería poner fin a años de disputas en Australia sobre el financiamiento transfronterizo entre partes relacionadas, que utilizan habitualmente las multinacionales. “Este es un caso histórico que lleva a las multinacionales a estudiar cómo estructuran los préstamos por parte entidades que se encuentran en el exterior para sus operaciones australianas”, dijo Angela Wood, experta fiscal de KPMG. “Este caso también puede tener implicaciones a escala mundial, ya que es uno de los más importantes en el financiamiento entre partes relacionadas que se ha decidido”, dijo.
La ATO calcula que como resultado del caso va a recaudar 10 mil millones de dólares adicionales de impuestos de las multinacionales en la próxima década.
La ATO también se encuentra a la vanguardia de los esfuerzos globales para acabar con la evasión fiscal multinacional, introduciendo un impuesto al estilo del Reino Unido sobre utilidades desviadas, algunas veces llamado “el impuesto Google”.
También desafió a las grandes multinacionales, como BHP Billiton, Rio Tinto, Google y Chevron sobre sus arreglos impositivos transfronterizos.
El litigio de Chevron destaca una creciente ofensiva global contra la evasión de impuestos corporativos, por la que las empresas informan un aumento en el número de disputas sobre precios de transferencia, transacciones internas en el mismo grupos que buscan hacerse en las condiciones del mercado.
Se centró en el nivel de las tasas de interés que una filial en el extranjero estableció para un préstamo de una parte relacionada que hizo a su división australiana.
La corte federal concluyó en 2015 que ese préstamo no fue una transacción genuina “en condiciones del mercado” y que podría utilizarse para reducir las utilidades y los impuestos de la compañía.