Difícil panorama
Ya se viene septiembre, mes en que empiezan las campañas a las alcaldías en Coahuila para el 2018 y para la Presidencia de la República, por lo que la clase política ha empezado a moverse.
El panorama para el tricolor no es nada halagador, ya que saben en este momento que nadie se puede mover, nadie puede levantar la mano hasta que le digan a Miguel Riquelme que es el gobernador. Sabe la gente del tricolor que su futuro es muy incierto, luego de la estrepitosa derrota que sufrieran en Torreón, en donde el Partido Acción Nacional los “barrió”, al ganarles las diputaciones y la presidencia municipal, por lo que en estos momentos no tienen pies ni cabeza y el edificio del PRI municipal, permanece solo, vacío, abandonado, como si nadie quisiera estar en ese lugar.
Se sabe que habrá cambios, que Shamir Fernández, el todavía dirigente del partido en el municipio, habrá de volar, buscar nuevos aires y si Miguel Riquelme es declarado gobernador, entonces tendrá un puesto asegurado. Pero en fin, hay una falta de liderazgo en el partido, faltan aquellos políticos de antaño que traían la camiseta bien puesta, como un Carlos Román Cepeda, el mismo Enrique Sarmiento que habrá de estar en el próximo cabildo, Salvador Jalife y muchos otros que fueron relegando para darle entrada a la “gente nueva”, misma que al final no ha respondido como se esperaba, ni responderá, dijera don Teofilito.
Ya se habla de que Enrique Sarmiento es el más indicado para ocupar la dirigencia municipal del tricolor, ya que conoce a los priístas de antaño como a los nuevos. Otro que puede ser el líder de Revolucionario Institucional es Salvador Hernández Vélez, quien con su experiencia sacaría al partido del abismo en que se encuentra.
En pocas palabras, si el PRI no se renueva, para el 2018 se repetirá la historia y las derrotas se volverán a presentar. Por otro lado, todo indica que en el PAN h y tranquilidad y mucha seguridad, ya que para la alcaldía puede reelegirse Jorge Zermeño o tienen para escoger entre Luis Fernando Salazar, Marcelo Torres o el mismo Guillermo Anaya. No cabe duda que el blanquiazul tiene todo que ganar y nada que perder.