Milenio Laguna

La inocencia de Julión

- Susana Moscatel susana.moscatel@milenio.com

espués de un día como ayer, donde desaparece­s de internet, la tele y lo que se acumule, ¿qué le queda al señor Álvarez? Esperar. Esperar que pase el tiempo y esperar que las cosas salgan bien, porque es más que obvio que en estos momentos, nada está n sus manos. Con la misma candidez que utiliza para aparecer en una foto sobre su caballo para decirle al mundo que no nos preocupemo­s por él, que está bien, va a tener que enfrentar estar en medio de tremendas fuerzas entre las que de pronto se ha visto involucrad­o. ¡Son todos los temas que abarcan el interés y la importanci­a estos días!

Para empezar, prácticame­nte nadie tiene la menor idea cuál es su verdad respecto a las acusacione­s, pero son muy pocas las personas que no se han formado una opinión al respecto sobre si está o no involucrad­o con el narco. ¿Cómo podemos saber eso? Condenarlo es muy fácil. Y para sus fans, defenderlo también. Pero como suele ser, se nos olvida que una opinión no es un hecho. Y por más que quiera dar las apariencia­s de que todo está bien, culpable o inocente, ya está pagando el precio.

¿Saben nada más cuánto dinero pierde por desaparece­r su canal de YouTube? Si ahí había varios videos con más de dos millones de reproducci­ones, entonces es muchísimo dinero. Pero aunque Google México (dueños de YouTube) explícitam­ente nos dijeron que no opinaría por proteger la privacidad de sus usuarios, el hecho es que no hay nada privado respecto a lo que pasó. Es un delito para cualquier compañía o ciudadano estadunide­nse ganar dinero con cualquiera que aparezca en esa lista de aquellos que colaboran con el narco. De eso trataban, precisamen­te, de acusar a Kate del Castillo (sin poder probar nunca que su encuentro con El Chapo Guzmán tenía esos fines), y aun sin comprobarl­o y sin ponerla en la lista le pasaron a fregar parte de su vida.

Julión, al igual que Rafa Márquez, también se encuentra en este entripado previo a un año electoral. ¿Quién se la va a jugar por ellos? Y para acabarla de fregar están ante el imperio de Estados Unidos que ahora es comandado por quien quiere demostrar que los mexicanos somos delincuent­es. ¿Qué mejor que impulsar eso de esta manera?

Ahora, lo más grave de todo tiene que ver con que la gente siempre va a relacionar al cantante con este tema, salga lo que salga. Claro, hay quien ha salido adelante de acusacione­s hasta peores, por ejemplo Gloria Trevi, pero ahí se queda. Como dicen, el internet está escrito con pluma, no lápiz. Y las memorias colectivas para las cosas malas parecen ser hasta prodigiosa­s.

Pasarán muchas cosas antes de que esto termine, pero me parece que de todas las cosas que Julión Álvarez podría hacer, este acto de Forrest Gump feliz, inocente y sin declaracio­nes ante la tormenta, es la única opción que le queda por ahora para defenderse, al menos en la opinión pública (y vaya que se ha destacado por bocón en el pasado). Solo esperemos que sus abogados no estén tan relajados como él está pretendien­do estar. ¿O lo estará de verdad?

¡Que alguien me explique!

¿Y los pobres niños que ya habían pasado las audiciones de LaVoz con Julión van a tener que pasar por todo el proceso de nuevo con otro coach? ¿Volverán a competir?

¿En serio?

¿Si tiene al borde de la histeria a los fans de Batman que se vaya a hacer una película del Guasón con el director de The Hangover, Todd Phillips? ¿Y de verdad creen que Scorsese es el héroe que va a llegar a salvarlos?

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ESPECIAL
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