Unamuno, “una voz opositora de extraordinaria relevancia”
Así definió al filósofo el rector de la Universidad de Salamanca
o que en tiempos de Miguel de Unamuno (1864-1936) era posible en España, ahora no lo es; sin embargo, sí lo es en sitios como Afganistán. De ahí la importancia de ser vigilantes ante la intolerancia, la inflexibilidad, el desprecio a los demás y la discriminación: actitudes que generan odio, comentó Daniel Hernández Ruipérez, rector de la Universidad de Salamanca, en el contexto de la apertura de la exposición Destierro/Des-cielo, en el Centro Cultural de España, que presenta cientos de materiales del escritor y que está centrada en su exilio entre 1924 y 1930.
Hernández Ruipérez destacó la relación de la universidad salmantina con el escritor bilbaíno: “Es uno de nuestros activos patrimoniales y en tal sentido aprovechamos lo mejor posible su herencia documental”. “Aunque no tendría sentido anclar nuestra universidad no ya a Unamuno, sino a cualquiera de nuestras figuras tradicionalmente históricas”, agregó.
Con una obra “profusamente estudiada y difundida”, Unamuno “permanece vigente como objeto de estudio”, dijo Hernández Ruipérez. Esta muestra enfatiza su “voz opositora de extraordinaria relevancia”, que lo llevó al abandono de su tierra después del empoderamiento del general Primo de Rivera, al finalizar el reinado de Alfonso XIII.
La muestra inicia con el documento militar que hace público el destierro, pasa por la proyección de un hombre preocupado por la cotidianidad en un lugar ajeno, y concluye con su perfil de agitador político y social.
Tras estar tres veces al frente de la Universidad de Salamanca, Unamuno experimentó una especie de antecedente del gran exilio español tras la guerra civil.
En tanto “agitador social, no como provocador de revoluciones sino como alentador del despertar de las conciencias de los ciudadanos”, Unamuno tuvo que salir de España. Si al principio del alzamiento franquista tuvo un comportamiento ambiguo, terminó condenándolo definitivamente.
Sobre los tiempos de Unamuno, el rector comentó: “Todo ha cambiado mucho. El mundo actual no tiene nada que ver con el de los primeros años 20. Y creo que para bien. Se dice que todo tiempo pasado fue mejor; yo creo, con los altos y bajos que se quiera, que todo tiempo pasado fue peor. Las sociedades son mejores y están más desarrolladas. Muchas de las cosas que eran posibles en aquel momento, ya no lo son en las mismas regiones del mundo”.
Destierro/Des-cielo permanecerá abierta al público hasta el 8 de octubre en Guatemala 18, Centro Histórico.