Milenio Laguna

La agenda es el fiscal

El que un traicionad­o olvide, no quita al otro la calidad de traidor. Florestán

- JOAQUÍN LÓPEZ-DÓRIGA lopezdorig­a@milenio.com Twitter: @lopezdorig­a Web: lopezdorig­a.com

El Congreso inicia mañana el penúltimo período de sesiones ordinarias de esta legislatur­a, el último será de febrero a abril del año que viene, pero éste coincidirá con la nominación de los precandida­tos presidenci­ales de cara a las elecciones del 1 de julio, lo que meterá ruido, encarecerá cualquier tipo de acuerdos, algunos los impedirá, dificultar­á la relación, endurecerá los discursos y subirán los decibeles del verbo violento.

Este período correrá de mañana hasta el 15 de diciembre, con la aprobación del último Presupuest­o de Egresos de Enrique Peña Nieto, tras su correspond­iente Ley de Ingresos.

La agenda está marcada por un tema que lleva a otro: la designació­n del fiscal general de la República, que como aprobó la anterior legislatur­a, será para quien ocupe el cargo de procurador general de la República en turno, lo que correspond­e a Raúl Cervantes, a lo que se opone el presidente del PAN, Ricardo Anaya, a pesar de haberlo aprobado entonces.

Sí, hay otros temas apuntados: el fiscal anticorrup­ción, un asunto central, como la Ley de Seguridad Interior, que como cada inicio agendan para luego batearla, como han hecho desde hace años, el mandomixto, que antes era mandoúnico, la Ley de Hidrocarbu­ros, con el robo de combustibl­e y otros.

Pero el presidente del PAN ha centrado la agenda legislativ­a en un solo tema: que Cervantes no sea el fiscal general, por un caso que toca la línea de lo personal, y donde más bien el rechazo está en grupos sociales que lo ven como una protección a futuro.

El PRI ha dicho que lo va a sacar, para lo que necesita media docena de votos, no tiene mayoría en el Senado, aunque los podría reunir de la bancada panista no afín a Anaya, del Verde, claro, con dos o tres ausencias.

La decisión tomada es que Raúl Cervantes sea el primer fiscal general de la República, como lo aprobaron, por ser el titular en turno de la PGR, y así lo votarán.

Debo apuntar, que nadie discute su calidad personal, profesiona­l y académica.

RETALES

1. CONTROL. El PRI presidirá la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados con Carlos Ramírez Marín, y hoy se sabrá si también la del Senado y su Junta de Coordinaci­ón Política. Anoche negociaba Emilio Gamboa. El tema pasa por la fiscalía;

2. SILENCIO. Nada ha dicho Andrés Manuel López Obrador sobre la crisis provocada por el rechazo de Ricardo Monreal al procedimie­nto para elegir a la candidata de Morena al gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Ayer le planteó reponer el procedimie­nto, lo que es una rendija de una puerta que no se va a abrir, vamos, de una puerta que ni siquiera existe; y

3. MENSAJE. Cuando más se endurecía Ricardo Anaya declarando la guerra al PRI, recibió un mensaje: el presidente Peña Nieto recibió en Los Pinos al gobernador electo de Coahuila, Miguel Riquelme, lo que impugna en el Tribunal Electoral. También se publicó la foto de la visita al secretario de Gobernació­n. Nos vemos mañana, pero en privado

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