Dolor emocional
Cuando experimentamos algún dolor localizamos rápidamente, si es un dolor de cabeza, o de estómago, o quizá por un golpe en el brazo; se trata del dolor físico o corporal, lo mismo sucede con el dolor emocional que todos experimentamos en algún momento de la vida. La ruptura de una relación, la viudez o la pérdida de un ser querido llegan sorpresivamente. El dolor emocional es más difícil de enfrentar que un dolor físico, utilizamos mecanismos de defensa que desarrollamos en esos momentos difíciles que nos pueden conducir al auto engaño. En contraste, algunas personas se hacen adictas al dolor emocional. Les gusta que la gente sienta compasión, por eso adoptan el rol de víctima frente a sus amistades y sus familiares. A veces chantajean a otros presentando comportamientos que inspiran compasión, de esa manera llenan su hueco afectivo y su necesidad de pertenecer. El dolor emocional, es el dolor causado por heridas que laceran nuestros sentimientos, nuestra mente, nuestras emociones y nuestro espíritu. Afecta a nuestros cercanos que sufren con nosotros y que no pueden hacer nada para aliviar nuestro dolor. Las personas que experimentan un dolor emocional muy fuerte tratan de escapar por medio de mecanismos de defensa; Las personas desean con todas sus fuerzas alejarse del evento doloroso. El evento doloroso es proyectado a otras personas cercanas para evitar el dolor como propio. La persona ignora el dolor como si no existiera. Trata de decirse a ella misma que no está ocurriendo nada. La persona que sufre trata de refugiarse en sus recuerdos de la infancia y su mente se vuelve infantil. Las personas que experimentan un dolor emocional muy fuerte tienden a aislarse de las demás personas.
Los dolores físicos a menudo pueden mitigarse con la ayuda de analgésicos en cambio, cuando son producto de una dificultad emocional, suelen ser difíciles de tratar y tiene que pasar cierto tiempo para superarlos. Hay quienes aprenden a asumirlo como experiencias enriquecedoras para la vida, mientras que otros lo convierten en un impedimento para seguir avanzando. Habrá que tomar el tiempo necesario. Sentir alivio del dolor emocional y ver todo con más claridad es algo que requiere tiempo. Tenemos la capacidad de observar el dolor, las angustias, las frustraciones y todos esos sentimientos negativos que nos hacen pensar que todo está oscuro. Asumirlo, aceptarlo, calibrarlo en su justa medida y, si es preciso, habrá que buscar ayuda y apoyo.