Armando Martínez recuerda a
Las grandes figuras del cine y música mexicana que pasaron por el Salón XX
Grandes personajes han visitado este lugar. Su bebida más famosa es el sotol y ha sido el oásis etílico de turistas y habitantes de Parras de la Fuente, Coahuila; ubicado en la zona Centro de esta ciudad, Salón XX (Dos Equis), no puede ser considerada como una simple cantina. Es un refugio en este Pueblo Mágico, para aquellos que buscan un lugar ambientado con música agradable enmarcado con posters de las mujeres más hermosas que invita a relajar los sentidos o encender la pasión.
Salón XX no está incluido en el catálogo de sitios a visitar en los tour por esta ciudad turística. La esquina de Mina y Allende ha sido por décadas el sitio favorito aquellos que gustan del buen beber: Cerveza, tequila o una buena copa de sotol duranguense “pa´que amarre” el sentimiento son la oferta etílica que encuentra el visitante tras abrir de par en par las tradicionales puertas de madera con su rechinido vaivén, llevando la imaginación del visitante al Viejo Oeste, que al entrar se es el centro de las miradas de los parroquianos: “Yo la tengo trabajando 60 años aproximadamente, antes la tenía mi padre y me la heredó, quizás tenga ya 85 años”, recordó Armando Martínez Hernández, quien tras la barra sirve un sotol más.
¡Qué tiempos aquellos en que, amantes del buen beber, José Alfredo Jiménez, Emilio “El Indio” Fernández, Queta Jiménez “La Prieta Linda”, entre otros artistas, calentaban sus gargantas con varias copas de sotol al interior de Salón XX, cuando se grababa un programa musical patrocinado “Pa´que amarre el sentimiento son la oferta etílica que encuentra el visitante” por Casa Madero!
El olor tradicional de una cantina se disipa con el bouquet del sotol que huelen los clientes asiduos, mientras se escucha el tradicional acordeón de los Rieleros del Norte:“Ya lo ves… hoy te encuentras perdida, vendiendo tu vida, y yo muy contento, quiera Dios que tu cuerpo se seque y que de repente, se lo lleve el viento”, canción El Columpio interpretada por dicho grupo, invita de veras a sentarse a beber y sacar la más honda de las penas.
“Los viernes y sábados son los mejores días, aunque entre semana también llegan clientes. Esta es una de las cantinas más antiguas de Parras, nos la dejó de herencia mi padre y yo junto con mi hermano le atendemos”, dijo Martínez, con la nostalgia de que quizás desaparezca el negocio al final de sus días ya que sus hijos no muestran interés por continuar el negocio que incluso les ha dado el recurso económico para darles estudio a sus descendientes. “Estaremos aquí hasta que Dios quiera”, advirtió. Los clientes son diversos. hombres del campo, vendedores, empleados, turistas, todos aquellos que buscan algo más que tiendas de artesanías, campechanas o dulces regionales, donde un lugar como Salón XX y un buen sotol, pueden darle más magia a una visita turística.