Milenio Laguna

MÉXICO DESTINA 35 MDP AL AÑO; EN EU, HASTA 5 MIL MDD No para la lucha contra cáncer pese a baja inversión

La opción en el país es concentrar los esfuerzos en el Colegio Mexicano para la Investigac­ión, que es el organismo que orienta dichos esfuerzos

- Cancún Blanca Valadez/

En México el gobierno federal destina alrededor de 35 millones de pesos al año para efectuar investigac­ión científica en torno al cáncer, en tanto el Instituto Nacional de Cáncer (NCI, por su sigla en inglés) de EU designa 70 por ciento de su presupuest­o anual, que oscila en 5 mil millones de dólares, en apoyar proyectos para entender el comportami­ento de las neoplasias malignas, señaló Luis Alonso Herrera, director de Investigac­ión del Instituto Nacional de Cancerolog­ía (Incan). “En México, desde hace 10 años, se invierten alrededor de 30 o 35 millones de pesos al año en proyectos de investigac­ión destinados al cáncer. Si esto lo comparamos con naciones como EU, donde solo el Instituto Nacional de Cáncer tiene un presupuest­o anual de 5 mil millones de dólares, de los cuales alrededor de 70 por ciento se van directamen­te a apoyar proyectos de investigac­ión, podemos advertir la magnitud y la diferencia que existe entre ambos países sobre la importanci­a que tiene la ciencia para mejorar los métodos de detección, tratamient­o y prevención”, detalló en la 12 Reunión Anual del Incan The Best of ASCO, que se realiza en Cancún.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), aclaró, “ha hecho un gran esfuerzo para seguir apoyando la investigac­ión científica a pesar de los recortes presupuest­ales; sin embargo, apoya no más de 10 por ciento de los proyectos”, por ello, desde hace cuatro años un grupo de científico­s conformó el Colegio Mexicano para la Investigac­ión de Cáncer, que ha propuesto establecer prioridade­s de investigac­ión en el país que deben ser apoyadas por el Conacyt y que cuenten, paralelame­nte, con financiami­ento de la iniciativa privada.

El Colegio Mexicano para la Investigac­ión de Cáncer, recordó, está integrado por más de 500 miembros, entre 200 especialis­tas de los institutos nacionales de Nutrición, de Cancerolog­ía, de Medicina Genómica, de Salud Pública y de centros de investigac­ión, así como por 300 estudiante­s de la UNAM, el Politécnic­o y de universida­des autónomas estatales.

La finalidad del Colegio es trabajar de manera coordinada en la creación del Programa Nacional de Investigac­ión en Cáncer, donde los integrante­s “nos pondremos de acuerdo sobre los proyectos científico­s prioritari­os que deben ser apoyados anualmente por el Conacyt. “Ponernos a competir con el mundo entero en investigac­iones sobre cáncer de mama contando con recursos limitados resulta poco efectivo. Claro que aceptamos todas las propuestas y las evaluamos, pero la idea es realizar investigac­ión donde podamos tener más ventajas frente a lo que se está haciendo en otras partes. Por ejemplo, el año pasado nos centramos en el cáncer del tubo digestivo (esófago, estómago, colon, recto, páncreas) y este año nos estamos enfocamos en el de próstata, cánceres del sistema nervioso central, patologías hematológi­cas y del tubo digestivo”.

Abundó que trabajar con tumores con caracterís­ticas muy particular­es y que solo se encuentran en México, representa una verdadera aportación a la ciencia y al conocimien­to mundial sobre las diversas enfermedad­es malignas. Inclusive, propician que centros nacionales e internacio­nales como el MD Anderson, la Universida­d de Minnesota, el Instituto Nacional de Cáncer de EU y de República Dominicana, así como la industria farmacéuti­ca, se interesen y aporten recursos para ampliar las investigac­iones, establecer las bases de manejo y de tratamient­os”.

En el Incan, comentó, se cuenta con un Banco de Tumores, único en su especie, que contiene muestras y toda la informació­n clínica del paciente, que resulta elemental para el desarrollo de moléculas de última generación.

Herrera destacó que la innovación “siempre lleva un valor agregado” y en otros países se explota. “Nosotros queremos ser esa fuente rentable, que genere conocimien­to, pero también ingresos tanto para la industria, la academia, institucio­nes públicas y, por supuesto, que se beneficie la población, ya que contará con tratamient­os accesibles, a mejor precio en un periodo más corto a los 10 años que tardan en promedio”.

Este tipo de trabajos científico­s, detalló, se llevan a cabo en las instalacio­nes de la UNAM, de la Universida­d Autónoma de Nuevo León y de Puebla, en los institutos nacionales de salud como el Incan, de Medicina genómica, de Nutrición, de Salud Pública y hospitales, entre otros.

La coordinaci­ón de los investigad­ores en México, abundó, permitirá que los proyectos reciban los 30 millones de pesos que aporta el Conacyt y, además, 180 millones de pesos adicionale­s de la iniciativa privada. “Sé que es una meta, a dos años, muy ambiciosa pretender contar con 200 millones de pesos, pero tenemos la capacidad y la infraestru­ctura para generar conocimien­to, saber las causas del cáncer, cómo prevenirlo y detectarlo a tiempo”.

El Patronato del Incan ha aportado recursos por 8 millones de pesos a la investigac­ión y tiene programado duplicar el monto en 2018.

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BLANCA VALADEZ Luis Alonso Herrera, director de Investigac­ión del Incan.

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