LO QUE NO HAY QUE HACER
No correr, no empujar no gritar y no compartir memes mientras ocurre el temblor. La vida no vale un puñado de likes,retuits y favs. Los políticos, rectores y funcionarios corruptos deberán abstenerse de desviar recursos públicos destinados a ayudar a los damnificados para usarlos en las campañas. No postear las canciones “Cuando pase el temblor”, de Soda Stereo, ni la de “Dónde te agarró el temblor”, de Chico Che, porque ya están muy choteadas para usarlas como soundtrack del postsismo. No expulsar al embajador de Corea del Norte. Ya tenemos suficiente con huracanes, inundaciones, ataúdes debajo de los puentes, socavones y terremotos para que encima de todo nos echen una bomba atómica. Si está en la Ciudad de México, evite transitar por la glorieta de Vaqueritos, el Viaducto y por el deprimido de Mixcoac, en especial si se encuentran inundados. Podría ocurrir un tsunami. No quedarse en casa para evitar que se caiga la pantalla plana. De cualquier manera, en las campañas del 2018 le van a regalar otra. No despertar a Maussan para que explique las luces en el cielo. En las redes encontrará las respuestas. No apostar en la oficina para ver qué godín le atina al grado exacto del sismo. Y si apuesta, habrá que destinar el dinero recaudado a la ayuda. No hacer proselitismo a costillas del temblor ni explotar la imagen con las despensas (ahí les hablan, góbers). No ser díscola o díscolo y acudir al centro de acopio más cercano a donar víveres para los damnificados.