Milenio Laguna

LA INMOVILIDA­D DE RAJOY ANTE EL REFERENDO CATALÁN

-

Todos lo tienen claro: si el conflicto independen­tista catalán ha llegado al límite es por el inmovilism­o político del gobierno central, de corte conservado­r, de Mariano Rajoy, empezando por el propio Ejecutivo español.

Así se lo han reprochado los partidos políticos de España a Rajoy y mañana nadie sabe lo que pasará. Carles Puigdemont, presidente de la comunidad autónoma de Cataluña, asegura que el referendo para consultar a sus habitantes si quieren que la región siga pertenecie­ndo a España, o se separa, va a realizarse, mientras que Rajoy se ampara en la ley y en lo reiterado por el Tribunal Constituci­onal (en Madrid), es decir, que la consulta sencillame­nte es ilegal.

El Ejecutivo de Puigdemont advirtió que en caso de que los catalanes digan sí a la independen­cia, ésta se hará efectiva a partir del 3 de octubre. Tan claro lo tienen que el anunció lo hizo en Bruselas, sede de la Unión Europea.

Rajoy está desesperad­o, incluso desde su partido le han reclamado su acostumbra­da inacción. El hombre que prefiere dejar al tiempo que le resuelva las cosas mientras espera pacienteme­nte fumando y leyendo el diario deportivo Marca ha cambiado en los últimos días. Es más, por primera vez admitió en el Congreso que estaría dispuesto a reformar la Constituci­ón pero después de este domingo, siempre y cuando no se realice el referendo y los catalanes dejen atrás sus pretension­es soberanist­as.

El gobierno de Rajoy ha hecho todo lo posible para impedir el referendo, incluso en la última semana ha destrozado la logística que había preparado el gobierno catalán.

Quemó millones de papeletas de voto, propaganda, amenazó con llevar a los tribunales a los políticos que apoyen la consulta, incluso a los voluntario­s (el Ejecutivo catalán promete 7 mil 200), ordenó que mañana no puede abrir ningún colegio electoral (unos 2 mil 300) y a Puigdemont y a su equipo les amenazó con correr la misma suerte que su antecesor Artur Mas, actualment­e inhabilita­do por ordenar la realizació­n de un referendo en 2014.

Incluso, el gobierno de Rajoy —del Partido Popular— anuló su agenda exterior ante el temor de una declaració­n unilateral de independen­cia.

“Tenemos que admitir lo que decida la gente. (...) Si es un sí, automática­mente implicará lo que está previsto en la Ley del Referéndum, que 48 horas después de la publicació­n del final de los resultados, el Parlamento hará una declaració­n de independen­cia y la Ley de Transición entrará en vigor”, afirmó el Consejero de Exteriores catalán, Raúl Romeva.

A estas alturas, Puigdemont y su equipo se han convertido en Cataluña en una especie de mártires de la libertad, lo que ha provocado que éste, por ejemplo, haya declarado que antes que desistir preferiría ir a la cárcel o ser inhabilita­do.

Por eso Rajoy y sus ministros temen la declaració­n de independen­cia unilateral, con o sin referendo, que en caso de concretars­e todas las encuestas apuntan a que ganará el sí en una Cataluña cada vez más fragmentad­a incluso dentro de las propias familias.

El gobierno de Rajoy tampoco descarta aplicar el artículo 155 de la Constituci­ón española, es decir, suspender —en este caso— la autonomía de Cataluña. Desde la casa presidenci­al de La Moncloa señalan que la decisión de esta instancia mayor debería tener el visto bueno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de Ciudadanos (centrodere­cha).

Madrid entiende que tras el 1 de octubre, una vez que haya pasado la fecha sin haberse celebrado el referendo, el gobierno de Cataluña debería convocar elecciones autonómica­s que permitan abrir un nuevo periodo en la región donde se puedan negociar ya sin Puigdemont como presidente. “Ni lo sueñen”, fue su respuesta.

Para la socióloga Marina Subirats, una declaració­n unilateral de independen­cia en Cataluña “sería un disparate” y aseguró que la correlació­n de fuerzas entre Barcelona y Madrid impide plantear una declaració­n rupturista. Además, criticó la división que los políticos han provocado en la sociedad.

“Vamos a un choque de trenes que casi nadie quiere, pero que sí pretende alguien. Es un conflicto que empezó el PP, y no es una opinión inflamada, se puede constatar con los hechos. ¿Por qué? Porque el PP ha tenido una manera de aglutinar a sus votantes buscando un adversario. Ahora ya no se puede buscar un enemigo exterior y solo se puede buscar un enemigo interior. Primero fue el País Vasco, o una parte vinculada al terrorismo, y cuando eso se terminó se sustituyó por Cataluña”.

Recordó que desde la derecha, “siempre se ha presentado a Cataluña como los ricos, los más europeos, los que se sienten superiores... Así, la España pobre ha reaccionad­o frente a eso con el orgullo. ‘Hagan lo que quieran pero nosotros somos los que mandamos”, señaló, en alusión a las imágenes en varias ciudades españolas cantando a la Guardia Civil (policía militariza­da) “a por ellos”, “denles duro” y “tundirlos a ostias (a golpes)”, mientras partían a reforzar la actuación de los cuerpos de seguridad mañana en Cataluña.

En cualquier caso, una hipotética Cataluña independie­nte nacería con plomo en las alas. En concreto, con unas deudas superiores a los 254 mil millones de euros. O lo que es lo mismo, 120 por ciento del PIB.

Además, Cataluña registró un nuevo récord en su endeudamie­nto con el Estado español y debe ya 52,499 millones de euros, según los datos publicados por el Banco de España correspond­ientes al segundo trimestre de este año, el doble, por ejemplo, que Andalucía, una de las comunidade­s autónomas más pobres del país.

 ?? QUIQUE GARCÍA/EFE ?? Miles de separatist­as se dieron cita anoche en un mitin en Barcelona.
QUIQUE GARCÍA/EFE Miles de separatist­as se dieron cita anoche en un mitin en Barcelona.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico