El Cuarteto Latinoamericano celebra 35 años de existencia
En 1982 se fundó el Cuarteto Latinoamericano, una de las más importantes agrupaciones promotoras de la música de cámara, del repertorio de autores jóvenes, así como de la enseñanza y la creación de públicos. “El primer contrato permanente que tuvimos, nuestro primer sueldo, vino por parte del Issste— dice el chelista Álvaro Bitrán—. Nos contrataron para tocar una serie de conciertos anuales en fábricas, hospitales y en muchos lugares. Desde entonces quedó muy imbuida en nosotros la sensación de que esto era algo que iba mucho más allá de lo mero artístico”. “El primer contrato que tuvimos, nuestro primer sueldo, vino por parte del Issste”, aseguran
Su trabajo se traduce en casi 75 discos, dos Grammy Latinos y su presencia en los más importantes escenarios del mundo. De acuerdo con Bitrán, chileno de nacimiento, “todo esto no hubiera sido posible en un país que no fuera México, donde hay instituciones culturales muy sólidas”.
Para celebrar su 35 aniversario, el ensamble integrado por tres hermanos: los violinistas Saúl y Arón y el chelista Álvaro Bitrán, junto con el violista Javier Montiel, ofrecerán un concierto hoy a las 19:00 horas en la sala principal del Palacio de Bellas Artes. Además de estrenar una pieza de Gabriela Ortiz, tendrán como invitado al bandoneonista César Olguín.
Líodecuatro, obra que Ortiz escribió para el aniversario, es una especie de fanfarria con la que se abrirá el programa, explica el músico. “Dura apenas cuatro minutos, pero es muy interesante, muy rápida, complicada de tocar pero efectiva porque es intensa. La compositora es una gran amiga que ha estado presente en el crecimiento del cuarteto”.
En la segunda parte del programa se integrará el bandoneonista César Olguín y se interpretará un repertorio tanguero, con obras de Jacob Gade, Edgardo Donato, Juan de Dios Filiberto, Aníbal Troilo y Oblivion y Astor Piazzolla.
Durante 35 años los integrantes del Cuarteto Latinoamericano han impartido clases e impulsado la creación de agrupaciones, la composición y difusión de repertorio nuevo y el apuntalamiento de la música de cámara.
Bitrán considera que este género está mejor que nunca. “Cuando nosotros empezamos éramos prácticamente el único grupo estable de esta música, además del Trío México. Hoy en día hay muchos grupos importantes, y surgen cada vez más cuartetos jóvenes, que, de alguna manera, han estudiado con nosotros y ya empiezan a tener una carrera importante”.