Recogen en un libro gloria y tragedia de Esperanza Iris
“Me parece increíble que una mujer de principios del siglo XX haya podido ser una estrella en cada escenario que pisó”, dice la autora
El origen de la historia está en el atentado a un avión que se dirigía hacia la ciudad de Oaxaca, en 1952, donde uno de los acusados de confabular para ello era el tenor Paco Sierra, el tercer esposo de la reina de la opereta, Esperanza Iris.
A partir de ahí viene un recorrido alrededor de la vida y la obra de una mujer que, donde quiera que se presentaba, despertaba verdaderos tumultos, aplausos y homenajes. “Estuvo en cada lugar donde había un teatro y reunía multitudes”, cuenta Silvia Cherem, autora de la novela Esperanza Iris. La última reina de la opereta en México( Planeta ,2017). “Aun cuando a todas luces se demostraba que su esposo había sido uno de los causantes del atentado, lo defendió casi hasta el absurdo, por lo que los últimos años de su vida fueron terribles y hasta se generó una especie de desprecio hacia su persona, al grado que cuando el teatro se vende y lo adquiere el gobierno de la ciudad, se le quita el nombre de Esperanza Iris”.
En la novela, la escritora y periodista recupera los avatares que marcaron a una de las mujeres que, pese a las dificultades que enfrentó a lo largo de su vida, llevó alegría y gozo desde los escenarios y fue una de las artistas más famosas en todo el mundo, explica Silvia Cherem.
“En la figura de Esperanza hay gloria y hay tragedia, por eso me interesaba verla como un personaje de carne y hueso: me parece increíble que una mujer en esa época, principios del siglo XX, haya hecho un teatro como éste, haya tenido una compañía como la que tuvo y haya podido ser una estrella como la que fue en cada escenario que pisó.
“Leí las reseñas de prensa de sus presentaciones en casi todo el continente, incluso en Brasil, donde no le entendían al español. Bueno, en Cuba tuvo a un grupo de admiradoras que la cobijaron hasta el último día de su vida”.
La vida de Esperanza Iris, cuenta la autora, ofrecía muchos lugares para novelarla, pero sin falsear nada, sino dándole voz a cada uno de los personajes, “todo lo que pongo está sustentado en documentos, en hechos reales”.
“Es increíble lo que ella guardó, no era capaz de desprenderse de nada. Atesoró desde recortes de sus primeros años como actriz —todo lo tenía en carpetas—, hasta los recortes del bombazo. No todos, pero sí muchos. Era una protectora de la memoria, de su memoria, aun cuando se le sepultó en el olvido después de todo eso”.
Silvia Cherem recuerda que cuando a mediados de los años 70 del siglo pasado se vendió el teatro al Gobierno de la Ciudad de México y lo empezaron a remodelar, se encontraron millones de documentos que no le interesaban ni a la familia.
“Estaba en un estado deplorable: un teatro para el que ella trajo cortinajes de Europa, luminarias de Italia… Cuando se quiso remodelar, el actual director del Archivo Histórico de la Ciudad de México se puso a recoger todo lo que caía entre el cascajo”.
Gracias a eso, Silvia Cherem contó con la información necesaria para escribir la novela que se presenta hoy a las 20:00 horas en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.