Cataluña, en vilo por un presidente “tozudo”
Todas las miradas están puestas en el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ex periodista de 54 años, que en las elecciones regionales de 2015 logró 47.7 por ciento de votos.
En una biografía publicada en 2016, un periodista amigo suyo, Carles Porta, lo describe como un hombre “honesto” y “tozudo”, con el carácter de “un corredor de fondo”. Desde los 16 años tiene “el independentismo en la sangre”.
Alcalde de Gerona (ciudad con 98 mil habitantes) desde 2001, el entonces diputado conservador catalán aceptó sustituir al frente del gobierno regional a Artur Mas, que le hereda un pesado fardo: ser el enemigo número uno del presidente conservador Mariano Rajoy
Puigdemont nació en 1962 en su casa familiar de Amer, cerca de los Pirineos, a cien kilómetros de Barcelona y sus élites. Hijo y nieto de los pasteleros del pueblo, segundo de ocho hermanos, tenía 13 años cuando murió el dictador Francisco Franco. Apegado a la lengua catalana y apasionado por la historia, el joven no olvidará la represión impuesta a la región rebelde tras la Guerra Civil (1936-1939).
Desde 2012, marchas multitudinarias reclaman un referendo de autodeterminación en Cataluña. Una parte de catalanes le está agradecido por haber mantenido su promesa de organizar la consulta del 1 de octubre, que acabó con cargas policiales (que dejaron casi mil heridos) y 90 por ciento de votos por el sí, pero con una abstención de 57 por ciento. Para el analista Joan Botella, Puigdemont protagoniza “una huida hacia adelante”.