Declaraciones de Carranza molestan a autoridades de EU
El Presidente señaló que todo extranjero que quisiera ir a México a trabajar honradamente sería bienvenido. A lo mejor no querían venir a trabajar honradamente. Y otra vez querían venir a intervenir
Así, un gran alboroto causaron las declaraciones del Presidente Venustiano Carranza en EU. La asociación protectora de intereses gringos en México con sede en Nueva York, se quejó amargamente. Carranza había dicho que las compañías petroleras yanquis andaban ahí nada más causando conflicto entre los dos países.
Con el pretexto de que andaban a la caza de adelfas de hospital, policías montados de Torreón atacaron a un carro con personas muy decentes y conocidas de la ciudad, que regresaban de un día de campo de ensueño que se convirtió en pesadilla.
El día de campo había sido en las cercanías de una hacienda llamada San Carlos. Fueron varias familias locales y en la noche que volvían, a la altura del Cerro de la Cruz, presuntamente los gendarmes les marcaron el alto, pero como el carro que iba adelante no se paró, los policías dispararon sus rifles.
Con tan buena suerte que no le atinaron a nadie. Los tripulantes de los carros decidieron ir a dejar a las mujeres y niños a sus casas perseguidos en todo momento por los guardianes de la ley a bordo de sus jamelgos. Por delitos como faltas a la policía, entre otras cosas, y les cobraron veinte pesos por cabeza de multa.
El pretexto que dieron los polis fue que les habían informado que en San Carlos había una reunión muy fea de suripantas y que por eso los estaban esperando ahí en la pasada. Como siempre, confundiendo la gimnasia con la magnesia.
Las campañas a diputados locales ya empezaban a hervir. Celso Garza, que fue presidente municipal de Torreón, se postuló. También Gabino Calvo postulado por el Club Revolucionario Independiente, que dijo que aunque vivía muy holgadamente con sus negocios, quería servir al pueblo.
En Zacatecas fueron batidos por militares unos presuntos bandidos pertenecientes a dos partidas de alzados. Dejaron en su escape a algunos de sus compañeros, y ganados que de seguro se habían robado en sus incursiones por las haciendas.
Aseguraba la Secretaría de Industria y Comercio que la nueva ley del Trabajo aprobada por las cámaras era impracticable y que por ello sería imposible ponerla en vigor. Los obreros eran exprimidos brutalmente. Esto siguió constante hasta la fecha.
El paso de héroe a dictador odiado estaba a la orden del día. Bela Kun había sido muy alabado al tomar las riendas de Hungría, pero cometió actos considerados repudiables por los aliados, que también cometieron actos repudiables. Según esto, Kun había mandado una carta a la misión italiana en Budapest, pidiendo armisticio.