Aquellos tiempos
En una plática de amigos, empezaron a salir los recuerdos, luego de ver que muchos niños de ahora se la pasan pegados a la televisión, a las tablets o celulares, como una forma de distraerse.
Se comentó que a muchos pequeños los llevan a la escuela por las mañanas, pero por las tardes tienen que acudir a clases de tae kwon do, gimnasia, inglés o de algún otro idioma, para lograr prepararlos mejor y para mantenerlos ocupados.
Fue aquí en donde en esa plática muchos respingaron, empezaron a recordar aquellos tiempos en que se podía salir a jugar en la calle, lo mismo al bote que a los encantados, al famoso amo ato, al avión, sin olvidarnos de las escondidas.
Además, de niños se la pasaba en la casa de algún amigo para ver tele y daban las nueve, 10 de la noche y no pasaba nada. Recordamos que se podía jugar futbol en plena calle, se tomaba agua de la llave y quienes tenían bici, se juntaban para realizar recorridos, sin la necesidad de usar casco, coderas y mucho menos rodilleras.
El que se caía, sabía que al llegar a su casa lloraría, no por el regaño, sino por la bañada de alcohol para lavar la herida y por si algo faltara, la mamá ya tenía listo el merthiolate, para que no se infectara.
En estos tiempos, los pequeños no pueden salir a la calle tan fácilmente, ya que el tráfico vehicular es un peligro, pero además, también se tienen que cuidar a los niños de que manos extrañas no los vayan a sustraer.
Si quieren andar en bici, hay que llevarlos a lugares especiales como lo son los parques, pero hay que estar pegados a ellos, para evitar cualquier susto con gente extraña.
No cabe duda que muchas cosas han cambiado y quizás en ciudades más pequeñas, como San Pedro, Madero o Matamoros, los niños siguen disfrutando, ya que no hay tanto peligro y no se diga en las comunidades ejidales, en donde los chiquitines son felices con una pelota o bien, disfrutando de los animales de granja, sin olvidar a los burros o caballos.
Ahora son otros tiempos y los niños viven entre libros, videojuegos, la televisión y párele de contar.