Festejan en Fráncfort el mejor momento del libro
Markus Dohle, director de Penguin, resalta la prevalencia del papel sobre el Kindle
n una época en la que las noticias falsas se crean y propagan a un ritmo vertiginoso, la Feria del Libro de Fráncfort reivindicó ayer el papel de la industria editorial como garante del entendimiento, la diversidad de opinión y la información veraz. “Es la hora de los libros”, según proclamó Heinrich Riethmüller, presidente de la Asociación de Libreros Alemanes, durante la rueda de prensa con motivo de la inauguración del mayor escaparate editorial del mundo, que se celebra hasta el próximo domingo y que tiene a Francia como país invitado. “En estos tiempos desafiantes, nuestro sector es más necesario que nunca”, agregó para luego destacar que en momentos de crispación como el actual las editoriales auspician el diálogo, la información fiable, la formación de opinión, generan debate y apoyan tanto la pluralidad como el intercambio de pareceres.
La inauguración de la feria, a cargo de Angela Merkel y el presidente galo, Emmanuel Macron, se alza como símbolo de la estrecha relación entre los dos países y como declaración a favor de una Europa unida y fuerte, según explicaron los organizadores.
Francia quiere aprovechar esta ocasión para presentar la producción literaria de todos los países de habla francesa, una lengua que en la actualidad practican más de 270 millones de personas en el mundo. Se espera la asistencia de casi 200 autores francófonos, de los que más de 130, como Michel Houellebecq y Yasmina Reza, son oriundos de Francia.
En su edición 69, más allá de ocuparse de los interrogantes que acompañan a la frenética actualidad, el mundo editorial vuelve a reunirse en su principal cita mundial con el firme propósito de recuperar sus orígenes, es decir, situar de nuevo a autores y a lectores en el foco de la escena literaria.
A punto de que se cumpla una década del lanzamiento del libro electrónico Kindle, el sector vive su mejor momento de los últimos 50 años o quizás de toda su historia, declaró un optimista Markus Dohle, directivo del gigante del mundo editorial Penguin Random House.