Algo huele mal
M ientras que las autoridades municipales y el alcalde electo, Jorge Zermeño Infante, están con la entrega-recepción, algo raro huele en el ambiente no sólo de Torreón, sino de la región lagunera. En varias partes se han empezado a registrar hechos violentos, en donde las armas son las que hablan, por lo que varias personas han sido privadas de la vida.
Se han suscitado enfrentamientos, persecuciones, ataques, pleitos familiares, riñas entre “amigos”, en las que han resultado heridos o caídos desde niños hasta adultos o personas mayores.
Esto es algo que no debe de suceder, cuando supuestamente se tiene un control de parte de los diferentes cuerpos policiacos, todos ellos bajo las órdenes del Mando Especial que está a cargo de un General. Todo indica que no hay un control, que los uniformados se la pasan extorsionando ciudadanos en lugar de cuidar, en lugar de prevenir hechos violentos.
Por donde quiera se escuchan disparos de armas de fuego, algunos los hacen bajo el influjo del alcohol, pero otros sacan sus armas para defenderse o atacar en cualquier riña, pero algunos más van directo sobre personas para privarlas de la vida.
Esta situación parece que se empieza a salir de control, mientras que Jorge Zermeño, el hombre que tomará las riendas de la alcaldía, sigue pensando en poner al frente de la Dirección de Seguridad Pública Municipal a un civil, mientras que los de la iniciativa privada y un gran sector de la población pide que sea un militar, para poder tener mayor control de las acciones y además, todo el apoyo del Ejército Mexicano. Pero no, parece que el hombre de las canas es necio, aferrado y nadie lo podrá hacer cambiar, ya que pueden más los compromisos contraídos, que la razón.
Pero esta situación no es privativa de Torreón, ya que por donde quiera se escuchan los balazos, lo mismo en La Laguna de Durango que de Coahuila, por lo que el Mando Especial debe de tomar cartas en el asunto y dar respuesta a estos hechos de violencia. Pero no todo es heridos y muertos, también están los robos a casas-habitación, asaltos y el robo de vehículos tanto estacionados como en forma violenta.El olor a violencia aumenta y algo deben hacer las autoridades.