Por escándalo, Marino no será zar antidrogas
Lo postuló el presidente Donald Trump; medró en favor la distribución de opiáceos por las farmacéuticas y debilitó la autoridad del gobierno
El congresista republicano Tom Marino, nominado del presidente Donald Trump para ser el zar antidrogas, se retiró de la consideración para el cargo luego de conocerse reportes de que tuvo un papel clave en el debilitamiento de la autoridad del gobierno para impedir que compañías distribuyan opiáceos, al medrar a favor de la industria farmacéutica. El gobierno de Estados Unidos afirmó que podrá revisar las leyes sobre drogas.
Trump anunció en Twitter que Marino “me ha informado que va a retirar su nombre” como candidato a dirigir la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca. Trump elogió a Marino diciendo que es “un buen hombre y un gran congresista”. El lunes, Trump había mencionado la posibilidad de retirar su nominación tras reportes en el Washington Post y el programa 60Minutes de la CBS.
La investigación conjunta realizada por el Post y el programa televisivo reveló, entre otras cosas, que Marino recibió casi 100 mil dólares de empresas farmacéuticas mientras patrocinaba un proyecto de ley en el Congreso que debilitó la capacidad de la DEA (Drug Enforcement Administration, Administración para el control de Drogas), la agencia antinarcóticos de EU, para perseguir a los fabricantes y distribuidores de opiáceos.
En una rueda de prensa, el vicefiscal general de EU, Rod Rosenstein, afirmó que, si es necesario, se revisará la llamada leyMarino, en referencia a la legislación presentada por el candidato republicano, que finalmente acabó siendo aprobada por el Congreso. “Tenemos que ver qué herramientas tiene la DEA y si comprobamos que no tiene las suficientes la proveeremos con más”, indicó Rosenstein quien, sin embargo, eludió señalar a la industria farmacéutica como principal responsable de la crisis por el abuso de drogas que sufre el país y que cobró la vida de casi 60 mil estadunidenses en 2016.
“Si miras las estadísticas, se ve que el aumento de las muertes por sobredosis se debe a la distribución de fentanol desde China y no a los opiáceos producidos por la industria farmacéutica”, señaló el funcionario, queriendo rebatir así a las numerosas asociaciones que afirman que el problema comienza con el abuso de medicamentos.
A su vez, el jefe interino de la DEA, Robert Patterson, reconoció que el reportaje puso de manifiesto algunos puntos que preocupan a la agencia estadunidense. La adicción a los opiáceos en EU, donde una promedio de 91 personas mueren al día por ese problema, según datos del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del país (CDC), se ha convertido en una verdadera crisis y el presidente Trump prevé declarar “emergencia nacional” la próxima semana.
Trump dijo el lunes que EU y, “francamente”, el mundo entero, “tienen un problema de drogas”.
Las muertes por sobredosis de opiáceos, un problema que se ha disparado desde comienzos de este siglo, están relacionadas con el aumento en la venta con receta de analgésicos, que se ha cuadruplicado desde 1999 en EU.
Trump prometió durante la campaña electoral en 2016 dar “la batalla” contra los opiáceos, y en marzo creó una comisión presidencial para combatir el problema, liderada por el gobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie.