El Estado Islámico pierde Raqa, su bastión en Siria
La ciudad de Raqa, que fue la “capital” del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria, cayó completamente en manos de las fuerzas kurdo-árabes respaldadas por Estados Unidos tras varios meses de combates.
La caída de Raqa es un nuevo revés para el EI, que perdió mucho terreno en Siria y en el vecino Irak tras múltiples ofensivas para expulsarlo de las regiones que conquistó en julio de 2014.
La emblemática intersección de Al Naim, donde los yihadistas llevaban a cabo sus ejecuciones, estaba repleta de combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que festejaron ayer la victoria.
En más de cuatro meses de combates, 3 mil 250 personas mu- rieron, de las cuales mil 130 eran civiles y 2 mil 120, combatientes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, con sede en Londres).
Las operaciones en la que fuera “capital” del EI en Siria “terminaron, la ciudad está bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias”, informó el vocero de esta alianza, Talal Sello. “Hay operaciones de búsqueda para desminar la ciudad”, agregó.
Mientras, en Irak, las tropas iraquíes recuperaron casi todos los campos de petróleo de la provincia de Kirkuk tras la retirada de las fuerzas kurdas, arruinando las expectativas de independencia de un Kurdistán iraquí en plena crisis económica. Cinco de los seis campos de la rica provincia están nuevamente bajo control de las autoridades de Bagdad, que recuperarán una producción de más de 400 mil barriles de crudo por día (b/d), en cuanto retomen la actividad. Solamente un campo menor, el de Jurmala, en manos de los kurdos desde 2008 y que produce unos 10 mil b/d de petróleo pesado, de inferior calidad, no fue retomado por las fuerzas iraquíes.
Hasta ahora, casi tres cuartas partes del crudo eran exportadas a través del Kurdistán, contra el interés de Bagdad, que ha recuperado una fuente de ingresos.