Bare-Knuckle
no de los muchos males del centralismo, que, aceptemos o no, se vive en este país es que tendemos a creer que lo más importante de todas las actividades sucede aquí, en la gran capital.
Esta suposición se extiende, por supuesto, al mundo de la cultura, y el teatro es fiel reflejo de esa errónea impresión.
Así nomás de botepronto me vienen a la mente una decena de montajes estupendos que he visto en distintas entidades, y de otros tantos que los chilangos hemos podido gozar gracias a las temporadas que los mismos han tenido por acá. De hecho, dos de los éxitos recientes de nuestra cartelera han llegado de provincia: Más
pequeños que el Guggenheim y Wences y Lala. Esta breve reflexión viene a cuento luego de ver Bare-Knuckle ( A puño limpio), pequeñísimo, pero enorme montaje que nació en Puebla, y que gracias a la visión de Ro Banda, y al apoyo de Un Teatro (singular espacio de la colonia Condesa) podemos disfrutar en esta megalópolis.
Dos actores y dos costales, de esos para entrenar boxeo, son lo único que ve el público al entrar a la sala. Y subrayo “lo único” entre comillas, porque si bien esa es la primera imagen, a cada minuto que avanza la acción, el escenario se va poblando de talento, trabajo, dedicación, esfuerzo, creatividad, entusiasmo, sentimiento, visión crítica, compromiso social, sentido artístico…
Escrita por Israel Sosa, quien junto con Salvador Carmona la protagoniza, esta obra cuenta la historia de dos hermanos en un barrio citadino, que hacen todo para alcanzar sus sueños en el mundo del box.
Esta anécdota, aparentemente simple, sirve de vehículo para hablar de múltiples situaciones sociales (pobreza, corrupción, narcotráfico…); personales (vocación, lealtad, honradez…); culturales (educación, amistad, tradiciones…); familiares (hermandad, solidaridad, violencia…), entre otros.
A esto hay que sumar una puesta en escena (dirigida por Rafael Balderas y Jesús Rojas) llena de hallazgos, que llevan al público de la carcajada a la emoción total en un instante a otro, en una cascada constante de sorpresas.
No le arruinaré la experiencia contando más del asunto, pero insistiré en que si le gusta el buen teatro, no se pierda Bare-Knuckle ( A puño
limpio), que se presenta los martes de octubre en Un Teatro: Nuevo León 46, colonia Condesa, dentro del ciclo Martes de Dramaturgia Mexicana, en coproducción con Caracoles Teatro, Casa Actum y Realizando Ideas (Casa productora de Un Teatro).