Tembló México, pero “la ciudad nunca se detuvo”
Salomón Chertorivski, el secretario de Desarrollo Económico de CdMx, sigue vistiendo su chaleco con el logo del gobierno en vez de los tradicionales trajes de un funcionario. A poco más de un mes del 19-S, continúa en
modoemergencia hasta terminar de lanzar los planes para zurcir los huecos que dejó el sismo. “Con toda la tragedia y lo doloroso de que 228 personas perdieron la vida, la economía de la ciudad en ningún momento se detuvo y esto es muy diferente a 1985: al día siguiente tú pudiste ir a un banco, las tiendas departamentales estuvieron abiertas, los abarrotes y las farmacias. El abasto nunca se detuvo”, dice el funcionario mientras dejaba entrever en sus respuestas las intenciones de pujar en pocas semanas por la jefatura de la capital.
Hasta ahora, el gobierno tiene censados mil 633 negocios que han tenido alguna afectación y a los cuales les están ofreciendo financiamiento desde 9 mil pesos hasta 3 millones para refacciones, mudanza, compra de maquinaria o reposición de inventario. Para este rubro lograron convertir 50 mdp del Fondo de Contingencia local en 700 mdp gracias a aportes extras que suma el gobierno federal vía programas del Inadem. “Ya hay 356 negocios que ya recibieron dinero de este fondo”, explica Chertorivski.
En el caso de las viviendas, la fórmula también es mixta: el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) entregará un límite de 90 mil pesos por unidad y la ciudad crea un mecanismo de financiamiento a través de los mercados que aprovecha ese dinero y pone por cada peso de la Federación otros tres extras del Fondo de CdMx y con eso se generan financiamientos hipotecarios que pueden llegar a los 2 mdp. Estas hipotecas (que ya llevan 811 entregadas hasta la semana pasada) no requieren garantía ni historial crediticio y el monto que reúnen gobierno federal y local se aplica a pagar el capital del crédito, con lo cual los beneficiados solo pagan el interés sobre esta hipoteca por 20 años. “Lo importante es que se entregarán todos los créditos que sean necesarios, no hay un límite”, abunda Chertorivski.
“Pero la tragedia tambien nos trae una oportunidad para plantearnos el futuro de la ciudad, por lo que también hay un plan a cinco años. Estas tragedias te dan la oportunidad de hacer avances más relevantes. (…) Como aprendizaje lo que necesitamos también es máxima transparencia, estamos cansados de la deshonestidad”, suelta mientras enumera las grandes cifras de una capital a la que coquetea con gobernar, “a las 13:14 del 19-S yo iba manejando mi coche en una ciudad donde 15 millones de personas estaban haciendo vida económica y social, donde hay 2.7 millones de viviendas, con más de 12 millones de metros cuadrados construidos extras a los que había en 1985”.