Feroz cabildeo en EU por exenciones fiscales
El programa esbozado por los republicanos divide a las empresas y puso a la defensiva a inconformes
Barney Jopson/ El apoyo empresarial a los objetivos de una amplia reforma fiscal de Donald Trump dio paso a un feroz cabildeo tras bambalinas, ya que desde las petroleras hasta las inmobiliarias luchan contra las amenazas a las deseadas exenciones tributarias.
En público, las asociaciones comerciales se apresuran a aplaudir la ambición del presidente para reducir la tasa de impuestos a las corporaciones a 20 por ciento. Pero los planes que esbozaron los republicanos dividieron a las empresas y pusieron a la defensiva a las que no están contentas.
La causa principal es la necesidad de pagar tasas de impuestos más bajas. Los legisladores quieren financiar los recortes de impuestos al eliminar una serie de exenciones fiscales y vacíos legales, pero cada uno tiene su propio club de fans en el sector empresarial.
A partir de las entrevistas con una docena de cabilderos de empresas, FinancialTimes identificó cuatro grupos que temen perder con la reforma fiscal.
A la industria de gas y petróleo le inquieta una línea en la última propuesta fiscal republicana que dejó a muchos sectores preocupados, una declaración de una serie de “exclusiones y deducciones especiales a derogar o restringir”. Los productores de gas y petróleo construyeron sus empresas en torno a las exenciones tributarias de los costos de perforación, que desde hace mucho señalan los críticos como ayuda financiera injustificada.
Ahora están de nuevo en riesgo. “Con base en los precedentes históricos, las petroleras saben que pueden ser un blanco muy fácil, incluso con los legisladores a favor de las empresas”, dice un cabildero. “Tienen más miedo de terminar en una peor situación de la que están ahora”.
La exención fiscal más preciada permite a las compañías de gas y petróleo deducir de inmediato todos sus costos de perforación a partir de sus ingresos gravables.
Barry Russell, presidente de Independent Petroleum Association of America, que representa a pequeños productores, dijo: “Si bien una tasa menor es un componente importante de la reforma, los productores independientes dependen de las disposiciones de recuperación de capital en el código fiscal para volver a invertir en la economía estadunidense”.
Las compañías de tecnología tienen mucho interés en los cambios en impuestos internacionales. No solo hacen muchos negocios fuera de EU, sino que utilizan su propiedad intelectual para cambiar las utilidades a jurisdicciones con bajos gravámenes.
La Casa Blanca y el Congreso proponen terminar con los impuestos de EU sobre las ganancias en todo el mundo y cambiar a un sistema “territorial” solo sobre los ingresos en Estados Unidos. Eso sería una gran victoria para el sector de tecnología, pero viene con dos sorpresas desagradables. La primera es que se quiere aplicar un gravamen de única ocasión de “repatriación estimada” sobre las ganancias que tienen las empresas de EU que ya están en el extranjero, para evitar pagar la tasa actual de 35 por ciento que se exige cuando traen su dinero a casa.
En campaña, Trump propuso una tasa única de 10 por ciento, pero un funcionario de la asociación comercial del sector de tecnología dijo: “Se necesitaría una tasa inferior a 5 por ciento”.
La segunda sorpresa es que la medida de impuestos solo en EU no es tan clara como parece. Un sistema exclusivamente territorial daría a las empresas aún más incentivos para cambiar las utilidades al extranjero, así que los legisladores necesitan un elemento de disuasión.
La industria de tecnología teme que un “impuesto mínimo” requeriría que las empresas paguen un nivel básico de gravamen sobre sus ganancias en el exterior, mientras al mismo tiempo reconocen que ya pagaron a los recaudadores extranjeros.
El sector de capital privado