Fátima Miranda colmó de voces el Cervantino
Lo que yo hago no es un show ni un recital. Tampoco es un catálogo de recursos vocales, no. Es un concierto performance para voz sola, para ojos y oídos”: así es como describe Fátima Miranda su presentación de ayer en el Teatro Cervantes, en el Festival Internacional Cervantino.
Revelación Revolución. Entre Sala man ca ySamark anda induce ala reflexión para que el público “vea más donde no veía y oiga más donde no escuchaba. No estamos hablando de un masaje donde la gente va para que le pongan en calma”, dice la artista española.
Miranda usa su voz para recrear sonidos de instrumentos de viento y percusión y para imitar el sonido de una ballena. Es conocida por alcanzar un registro superior a cuatro octavas y por lograr transportar a su público a lugares como la selva, el mar o cualquier otro escenario a través del oído, principalmente.
En el espectáculo vocal habrá interacción con videos y un componente teatral, “no en el sentido narrativo sino en el sentido del performance, de la acción poética inspirada en la vida misma”, explicó la artista.
La cantante recordó que cuando dirigía la Fonoteca de la Universidad Complutense de Madrid, escuchó a mongoles, pigmeos, y decía: “Esto también lo hago yo. Empecé a sorprenderme de que recursos vocales que yo hacía espontáneamente se
Se presentará el próximo martes en el ExTeresa Arte Actual, de la Ciudad de México
remontaban a la antigüedad. Esto me llevó a viajar y trabajar directamente con ellos”.
Estas tradiciones le inspiraron a crear “maravillosas barbaridades” y creer en la compatibilidad de técnicas vocales.
El concierto presenta diversas atmósferas: desde la meditación, pasando por lo melancólico y trágico, hasta lo irónico y cómico: “La gente ríe y llora, y los niños se lo pasan de maravilla”.
Miranda también se presentará el 31 de octubre en la Ciudad de México, en Ex Teresa Arte Actual.