DEL NOBLE OFICIO DE PRESERVAR LA MEMORIA HISTÓRICA
“Para mantenernos de pie es fundamental reconciliarnos con nuestro pasado”: XIII Encuentro de Cronistas de la Ciudad de México
Cuesta creerlo, pero la ciudad más importante de América no tiene una sede para sus cronistas. ¿Cronistas? ¿Y eso para qué? Mejor un desfile de Día de Muertos a la James Bond. ¡Sí, eso es lo que la Ciudad de México necesitaba! Suena descabellado, pero más o menos en ese orden deben sucederse las ideas en los responsables de tan malas decisiones.
A pesar de esto, quienes integran la Asociación de Cronistas de la Ciudad de México se las han ingeniado para estar por encima de la arbitrariedad burocrática, sin perder claridad en su propósito que es el de fungir como guardianes de la memoria histórica de las delegaciones, barrios y pueblos que conforman la metrópoli.
Y en un momento en el que la ciudad acaba de enfrentarse a uno de sus grandes enemigos históricos —los sismos—, el papel de estos enamorados de la urbe (siempre dispuestos a investigarla, escudriñarla y darla a conocer a los demás) resulta de una importancia descomunal. No es exagerado plantearlo de esta manera: la ciudad se pierde poco a poco, pero incluso si llegara a desaparecer, su memoria histórica seguiría siendo su gran fortaleza.
La actual vicepresidenta de la Asociación de Cronistas, María Bustamante Harfush, comenta en relación al papel de la Asociación: “Se funda en 1987, gracias a la iniciativa de un grupo de cronistas, a raíz de tener más conciencia de que ya no podía haber un solo cronista oficial de la Ciudad de México, pues había mu- chas regiones que abordar más allá del Centro Histórico y lugares aledaños”.
Actualmente, la asociación se conforma por más de 40 cronistas, muchos de regiones poco conocidas como Milpa Alta, Iztapalapa o Iztacalco. Algunos de sus miembros son especialistas en temas específicos, como urbanismo, charrería o transporte, pero todos, explica Bustamante, “lo hacen por amor al arte. No hay ningún apoyo del gobierno, aunque muchos de la Asociación tienen el reconocimiento oficial por parte del jefe de Gobierno y la mayoría ha publicado libros sobre sus zonas de estudio”.
En este contexto, el Encuentro de Cronistas de la Ciudad de México representa una oportunidad única de tener a todas esas voces reunidas en un mismo espacio. Coordinado por María Bustamante y Salvador Padilla Aguilar, cronista de Tlalpan y presidente de la Asociación de Cronistas, se trata de su reunión más importante del año y, al mismo tiempo, de la mejor manera de llegar al público que los sigue.
Y el lugar del encuentro es insuperable. “En esta ocasión se realizará en el Museo Casa de la Bola, en Tacubaya, una de las quintas de verano más hermosas que se conservan de la época virreinal”, señala Bustamante.
El tema de este año es “Lugares poco conocidos de la ciudad”. Desde este punto de partida, los cronistas han elegido espacios, tradiciones y temas poco difundidos para abordar en sus presentaciones. “Algunos hablarán de cabarets, centros nocturnos, una cantina en Azcapotzalco, los mercados, el Hospicio para Niños Pobres y la primera fábrica de flores artificiales, entre otros temas. Se hablará también de casas, como una de un artista muy famoso (cuyo nombre será revelado en una de las ponencias del encuentro) que está en la calle de Cedro, y Jorge Pedro Uribe hablará sobre la casa de Manzanares 25, del siglo XVI, al parecer la más antigua de la Ciudad de México”. Los textos de todas estas ponencias serán compilados en una memoria del encuentro y esta podrá conseguirse por medio de la página de Facebook de la Asociación.
Hasta hace algunos años, era Tepito el barrio que ponía el ejemplo de arraigo e identidad, pero esa identificación y entusiasmo por resguardar la memoria ha ido llegando a otras zonas de la ciudad —como a La Industrial, con la celebración de sus setenta años o la colonia Estrella, que cumplió ochenta.
“Quizás el sentido de identidad más fuerte siga estando en Tepito. Ahí, su cronista, Alfonso Hernández, ha hecho una labor muy importante de unión social, de integración con temas sociológicos y artísticos. Ha sabido juntar todo esto por medio de sus safaris o recorridos por la zona, y sus crónicas han logrado subrayar la importancia de ser de Tepito”, explica Bustamante.
Lo increíble es que toda esta labor valiosísima la hacen por amor. No hay quien les pague, al contrario, ellos aportan cuotas para sacar adelante los proyectos, las publicaciones y los encuentros. “Hay una frase muy bella que dice que ‘el cronista es quien enciende la luz’, porque es quien te muestra el camino y te da a conocer su lugar de origen, lo cual resulta esencial para que el resto de la gente se sienta orgullosa del lugar al que pertenece”.
Esto es precisamente lo que veremos en el Encuentro de Cronistas: amor desbordado por la Ciudad de México. XIIIEncuentrodeCronistasdelaCiudad deMéxico MuseoCasadelaBola ParqueLira136,CdMx Del24al26deoctubre 10:30a.m.a6:30p.m. Entradagratuita