Así vivimos… Congreso sombra
E n torno a la discusión que ha generado durante las últimas semanas la propuesta del Paquete Económico y Presupuesto 2018, el pasado 23 de octubre se llevó a cabo Congreso
Sombra, espacio de reflexión convocado por las asociaciones México Evalúa y Borde Político que reunió expertos, académicos y representantes de la sociedad civil junto con legisladores para analizar a profundidad la hacienda pública y las capacidades del Legislativo en esta materia.
Para 2018, la Secretaríade HaciendayCréditoPúblico(SHCP) propuso al Congreso un gasto de cinco billones 236 mil 400 millones de pesos, el equivalente al 22 por ciento del PIB. De acuerdo con Mariana Campos, de México Evalúa, del gasto programable, solo el 11.9 por ciento está previsto para inversión pública, el nivel más bajo desde 2002.
En el ámbito local, el Estado de Coahuila concentra todos los reflectores debido a su elevado endeudamiento que, de acuerdo con información de la SecretariadeFi
nanzas del Estado asciende a 36 mil 329 millones de pesos. En promedio cada coahuilense debe 11,991 pesos por Deuda Pública, lo que la convierte en la segunda Entidad con mayor deuda per cápita del país.
Como lo señaló Sunny Villa, investigadora del CentrodeInvestigación
EconómicayPresupuestal(CIEP), el financiamiento debe ser orientado a promover la inversión pública en proyectos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sin embargo, luego de que el Gobierno del Estado de Coahuila rompiera los principios de finanzas públicas ante la ausencia de oposición en el congreso local, el destino de la deuda pública continúa siendo una interrogante.
De acuerdo con información del ConsejoCívicodelasInstituciones
Laguna, a pesar de que Coahuila incrementó 797 millones de pesos la recaudación de Impuesto Sobre Nóminas (ISN), principal fuente de ingresos propios del Estado, la inversión pública disminuyó 637 millones de pesos de 2012 a 2016.
La discrecionalidad con que el Ejecutivo maneja las finanzas públicas del Estado, la ausencia de mecanismos de rendición de cuentas reales impide conocer el origen y destino de los recursos públicos. Es necesario que el Legislativo actúe conforme a su deber constitucional y garantice el adecuado manejo de las finanzas públicas, solo así se habrá dejado de ser “congreso sombra”.