Elaboran mapa 3D del Gran Acuífero Maya
Con tecnología de punta se avanza en el descubrimiento de nuevos cenotes y en la confirmación de uno que estaría debajo de la pirámide de Kukulkán
Entre los avances que ayer anunció el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de su proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), iniciado a mediados de 2016, se encuentran el uso de tecnología de punta que no se tiene en México, el descubrimiento de nuevos cenotes y la posibilidad de confi rmar la existencia de uno debajo de la pirámide más importante de Chichén Itzá, la de Kukulkán. “Este lugar fue encontrado a través de receptividad eléctrica por el doctor René Chávez de la UNAM entre 2015 y 2016, pero nosotros ahora estamos usando radares de penetración, un sonar de barrido lateral para el agua, drones y escáner”, dice Guillermo de Anda, arqueólogo subacuático, director de este proyecto.
Añade: “Un cenote no solamente era un proveedor de agua; para los pobladores mesoamericanos, especialmente para los mayas, los cenotes, cuevas o cavernas tenían una función mucho más profunda, representa un gran simbolismo que los llevó a construir en estos lugares y de esta manera. De encontrar este cenote debajo de la pirámide de Kukulkán (El Castillo) de la Ciudad Antigua de Chichén Itzá, en Yucatán, cambiaría totalmente la visión que tenemos acerca de los patrones de asentamiento maya, la visión de muchísimas cosas y realmente estaríamos percibiendo la cosmovisión maya y mesoamericana”.
De Anda explica que existen evidencias de que al parecer los antiguos pobladores tenían un patrón de asentamiento que consistía en levantar una pirámide arriba de una cueva, caverna o un cenote. “Una muestra de ellos es la pirámide del Sol en Teotihuacán, en el Estado de México; ahora sabemos que no es la única pirámide construida sobre una cueva”.
Además del hallazgo físico de este cenote, el objetivo de las investigaciones del GAM es estudiar y analizar las características subterráneas, agua, terreno, existencia de cuevas húmedas y secas, conexiones entre ellas que, al paso de los estudios van revelando cada vez más elementos de la forma de pensamiento y de vida de los antiguos pobladores.
Para ello National Geographic Society aporta fi nanciamiento, equipo tecnológico de punta (radares de penetración, octadrón con cámara térmica, escáner de 3D), así como un equipo de investigadores expertos como Corey Jaskolski, Alan Turchik y Eric Berkenpas, entre otros.
De Anda señala que esta entidad ha financiado muchas campañas como la excavación de Balam Canché del doctor William Andrews a fi nales de los años 50, “pero ésta es sin duda la más importante que se ha hecho hasta el momento porque estamos tratando de encontrar nuevas relaciones, nuevos rasgos que no se habían tomado en cuenta y de hallar el cenote nos daría nueva luz acerca del sitio”.
Además se realiza un mapeo subterráneo de la “geografía sagrada” que habría guiado a los mayas en el diseño de esta urbe y si hay conexiones entre algunos de los edificios más icónicos de esta zona: El Castillo (o Templo de Kukulcán), el Osario y el Cenote Sagrado. “Encontramos una cueva en la orilla del cenote Ixtoloc que lleva dirección hacia el Osario y se interrumpe por un derrumbe pero la idea es continuarla. Ya penetramos al Osario el sonar de barrido lateral, y una caverna en el cenote sagrado de Chichén Iztá”.
En la pirámide del Osario el GAM colabora con especialistas de la Universidad Estatal de California, en Los Ángeles, liderados por el Dr. James Brady, pionero a escala mundial en el estudio de las relaciones que establecían los mayas entre arquitectura y cuevas. “A diferencia de la cosmovisión europea —dice Brady— donde las deidades estaban en el cielo, en el mundo maya, lo más sagrado y vivo era la tierra, por ello es que formaciones como cuevas y cenotes eran tan sagrados, pues eran una vía de acceso al interior de la tierra, es decir, a la presencia de los dioses”.
Guillermo de Anda dice a MILENIO: “Es que pareciera que todo está escrito en Chichén Itzá, pero en realidad es uno de los sitios más explorados y de los que menos sabemos. Todavía sigue habiendo un gran debate en torno a las cronologías cerámicas, no se sabe el origen de las personas que edificaron la ciudad, quiénes eran los itzáes que aparentemente fundaron esta ciudad, de dónde vinieron, etcétera”.
El GAM es uno de los proyectos más ambiciosos del INAH, se propone estudiar los, al menos, 6 mil cenotes que se encuentran en la Península de Yucatán, para lo cual cuenta con el apoyo Aspen Institute México, el Banco de Desarrollo de América Latina, la Universidad de la Riviera Maya y la UNAM.
National Geographic aporta financiamiento, radares, octadrón con cámara térmica... Es uno de los proyectos más ambiciosos del INAH; se propone estudiar 6 mil cenotes