ZONA DE RIESGO.
“Desde que se inundó aquí ya no pude entrar, si se brincan los agarran los policías”
Aunque los visitantes al Panteón Jardines del Carmen aseguran que sigue restringida la entrada a la zona que hace más de 4 años fue delimitada por riesgo de hundimiento, ayer varias familias sí pudieron acceder.
Aunque los propios visitantes al panteón Jardines del Carmen, ubicado en la colonia Santiago Ramírez, al sur de la ciudad de Torreón aseguran que sigue restringida la entrada a la zona que hace más de cuatro años fue delimitada debido al riesgo de hundimiento que existe, fueron varias las familias que pudieron acceder. Con el afán de estar cerca un momento de los restos de sus seres queridos, el riesgo que pudieran correr no les representó mayor obstáculo.
Luego de que por más de cuatro años familiares de deudos en el Panteón Jardines del Carmen no pudieran acceder a la zona que fue cerrada por personal de la empresa Gayosso, este 1 de noviembre fue diferente, pues una de las zonas se encuentra abierta.
Aunque fueron pocas las familias que se encontraban en el lugar, éstas pudieron estar acompañando a sus difuntos y llevar algunas flores, luego de que por mucho tiempo solo se conformaban con ver las tumbas de lejos y aunque esto les repersentara sentimientos encontrados.
Algunos de ellos que coloca- ron flores en las placas que se instalaron en las bardas perimetrales, debido que aún el área se encuentra cerrada.
Juan Méndez quien tiene a sus padres en una de las zonas delimitadas, señala que desde que fue cerrada el área ya no pudo visitar a sus seres queridos, por lo que sólo acude para observar de lejos. “Desde que se inundó aquí ya no pude entrar, el año pasado tampoco y si se brincan los agarran los policías y pues son órdenes y hay que acatarlas por el peligro de uno”.
Otras familias que pudieron entrar señalan que es el primer año en el que están cerca de sus seres queridos y pueden llevarles flores, aun y cuando están conscientes de que la zona representa un riesgo, tal es el caso del Señor Luis Alberto Álvarez quien acudió junto con su esposa a visitar a su nieto. “Anteriormente nos brincamos y había personas que traían escalera y cobraban para que se brincara la gente, el lugar está muy feo hay muchas grietas y algunas lápidas están dañadas”.
Mencionan que existen otros lugares en donde existe peligro para las personas y más para los niños que no miden el peligro, por lo que quienes entran lo hacen bajo su propio riesgo que esto representa.