Directores de escuela: su importancia
A partir de este 6 de noviembre se llevarán a cabo reuniones de trabajo, con todos los directores de los diferentes niveles educativos, en la Subsecretaría de Educación en la Región Lagunera de Durango. Se trata de una jornada académica, inscrita en el esquema de fortalecimiento de los liderazgos educativos establecido en la dependencia, bajo la lógica y el pleno convencimiento de la importancia que tiene esa figura, fundamental para la mejora de la calidad de la educación, cuando de verdad asume un serio compromiso con la institución y contribuye a construir un proyecto escolar, con el concurso de toda la comunidad educativa (maestros, alumnos, trabajadores de apoyo y padres de familia).
La intencionalidad de la jornada se orienta a convertir en realidad el discurso sobre el acompañamiento de las autoridades locales, a los directivos y maestros, así como a llamar la atención de quienes están al frente de las escuelas, para la toma de conciencia de la relevancia que tiene ocupar ese cargo, sobre todo cuando se trata de instituciones públicas. Necesitamos reflexionar sobre lo que implica dirigir una escuela entendida como la unidad básica del Sistema Educativo Nacional. Es grande la tarea frente a ella, y nos podemos preguntar: ¿Estamos conformes o satisfechos con la escuela que tenemos? ¿Lo estamos con el servicio que presta a la sociedad y, en particular, a los alumnos que ahí acuden? Aunque sabemos que los directores están conscientes de la importancia de su función, siempre es bueno actualizar nuestros conocimientos y compromiso. Si queremos escuelas efectivas, exitosas, con maestros motivados, eficientes, actualizados y alumnos bien atendidos, ¿qué es lo que debe hacerse desde la dirección?
Estoy seguro que hace falta regresar a lo básico, retomando enseñanzas de la llamada escuela tradicional y nuestros viejos maestros, en cuanto a lo formativo y la socialización primaria que se debe atender, combinadas con el uso de adelantos tecnológicos y una actitud de apertura ante los nuevos entornos y las características de los alumnos del siglo XXI. No todo lo resuelve la tecnología; es necesario contar con liderazgos fuertes de tipo académico, con claridad de hacia dónde quieren conducir la escuela y qué tipo de alumno desean formar; con capacidad para conformar y encabezar colectivos pedagógicos; con habilidad para generar ambientes favorables al trabajo y los aprendizajes. Ni duda; es de gran importancia la función de los directores y su formación para ejercerla.