CALONCHO SE TRAJO SU BÁLSAMO A LA LAGUNA.
Se lleva la noche fresca que contrastó con la calidez de su música, inspirada en trópicos, playas, el sol, así como la tibia brisa del mar
En el Teatro Nazas se presentó la noche de ayer Caloncho, el sonorense adoptado tapatío. Famoso en la comunidad alternativa, se llevó la noche fresca que contrastó con la calidez de su música, inspirada en trópicos, playas, el sol y la tibia brisa del mar; el concierto lo abrieron Saeg y después Sabino, quienes se encargaron de calentar el escenario antes de la llegada del artista estelar, cuya música se ubica en el género indie.
En el Teatro Nazas se presentó el sonorense, adoptado tapatío, Caloncho la noche de ayer. Famoso en la comunidad alternativa, se llevó la noche fresca que contrastó con la calidez de su música, inspirada en trópicos, playas, el sol, la tibia brisa del mar.
Esta es la segunda ocasión que el intérprete se presenta en la región. Estuvo aquí previamente en el 2015. En 2013 participó en el Vive Latino, pero ha ido consolidando su carrera musical gracias a la gracia, valga la redundancia, de sus composiciones.
Amante declarado de las bicicletas, Caloncho estrena en You Tube su video Equipo, donde tal vez no se ejercite el ciclismo pero sí plantea el espíritu de un equipo de beisbol. Empezó tocando la batería, pero poco a poco fue tomando rumbo hacia escribir canciones.
Su primer disco se llamó Homotermo, editado en el año 2011. Al 2013 lanzó el titulado Fruta. Sus canciones también hablan de su origen y ofrecen una rica mezcla de estilos musicales, sabores, texturas y atmósferas. Al 2015 salió al mercado Fruta II, ya más trabajado y con arreglos. En este año fue nominado a un premio Grammy.
Su disco Bálsamo es de este 2017. Ha colaborado con Mon Laferte, de quien ha dicho ser admirador. Su música de ubica en el género indie, pero abarca rutas que van más lejos. El uso del spanglish hace pegadiza esa música tan suya.
El concierto de la noche de ayer lo abrieron Saeg y después Sabino. Aunque en el Nazas no venden cerveza, muchos no la necesitaron y recibieron con gritos de emoción a los artistas, aunque el grito más fuerte se lo llevó Caloncho. Los laguneros corearon sus canciones con los brazos levantados, y sentaditos en sus butacas de teatro.