Invirtieron 300 millones de dólares en desarrollo tecnológico en 2016
enfrenta el grupo estadunidense es si va a ser propietario y va a operar los coches de autoconducción, esto llevaría a altos costos de capital y pondría de cabeza su modelo de negocio de tener pocos activos, o si terceras partes serán los que administren los coches autónomos a través de la aplicación Uber.
La compañía realiza pruebas con los dos modelos de negocio, y tiene una alianza con Daimler, de Alemania, con la que se verá que los coches autónomos propiedad del fabricante de automóviles estén disponibles a través de la aplicación de Uber.
El acuerdo con Volvo abre toda una fuente de ingresos totalmente nueva para la automotriz, ya que se posiciona para convertirse en proveedor de la industria de servicio de contratación de transporte de coches de autoconducción, a la vez que como una automotriz tradicional. “Nuestro objetivo es ser el proveedor de preferencia para la conducción autónoma, de los grupos que ofrecen los servicios de solicitud de transporte a escala mundial”, dice Hakam Samuelsson, director ejecutivo de Volvo.
Varios fabricantes llegaron a acuerdos con los grupos de servicios de solicitud de transporte con la esperanza de asegurar futuros negocios y trabajar juntos en el desarrollo de la tecnología de autoconducción. General Motors y Jaguar Land Rover invirtieron en Lyft, el rival estadunidense de Uber, mientras que Volkswagen respaldó a Gett, el rival europeo en el negocio de solicitud de transporte.
El acuerdo de Uber con Volvo no es exclusivo, lo que significa que el grupo estadunidense tiene la libertad de elegir a otras automotrices para que le suministren vehículos, y Volvo puede vender sus automóviles a otros proveedores del servicio de solicitud de transporte.
La compañía busca lograr al menos un trato más, de acuerdo con una personas que tiene conocimientos del asunto.