Tengo cinco meses trabajando con un temor tremendo, pero todo lo pongo en manos de Dios, a veces vendo y en otras no”
por los cambios bruscos de temperatura en los procesos, se tuvo que incapacitar, sin embargo, no se le firmaron las hojas del riesgo de trabajo, comenzó a trabajar con su hermana elaborando gorditas, en tanto se resuelve la demanda que presentó en contra de la firma.
Con una hija ya estudiando la universidad y otro niño de once años, ellos han sido el motor para salir adelante de su trabajo en un negocio que no se había imaginado incursionar. Aunque por el momento no tiene contemplado ubicar su negocio en un punto, pero visualiza que por medio de un vehículo pueda llevar sus productos hasta donde tenga los pedidos.
Las lágrimas le brotan, tiene el sentimiento a flor de piel. Recuerda que la vocación de ventas la obtuvo de sus padres; conocimiento que ella va permeando a sus hijos, siendo el más pequeño el que ha mostrado mayor inquietud por las ventas: “El es mi cómplice, mi hija es más humana y sensible”.
Agradeció al estilista Waldo Paredes, porque asegura “ha sido testigo de su crecimiento en el plano de las ventas de sus productos
La producción de jugos, licuados, emparedados integrales, los reparte a domicilio, y busca consolidar su presencia en eventos donde la gente pueda degustar de sus productos alimenticios. La mujer emprendedora no se deja doblegar ante las adversidades que las tareas cotidianas de un negocio implica, porque sabe que en todo hay un esfuerzo extra que dar.