Hacen maletas
Ahora sí que muchos de los amigos de Miguel Riquelme, gobernador electo, ya están preparando sus maletas, debido a que se tendrán que “sacrifi car” e irse a vivir a la ciudad de Saltillo, en donde habrán de trabajar en el nuevo gobierno.
Lo mejor para la clase política priísta de La Laguna de Coahuila, es que prácticamente están asegurando un buen “hueso” durante los próximos seis años, además, con prestaciones y algunos beneficios para poder viajar de regreso a Torreón a visitar a la familia, claro, si es que no se la llevan.
En los gobiernos anteriores, los laguneros siempre se quedaban esperando las “sobras”, ya que la gente de la capital del estado se llevaba los mejores puestos, pero en esta ocasión todo indica que la repar- tición estará “campechaneada”, ocupando los saltillenses las mejores sillas estatales, ya que fue en esa ciudad en donde Miguel Riquelme consiguió los votos que le dieron la victoria.
No será nada fácil para el gobernador electo hacer las designaciones, pero todo indica que a sus compañeros de travesuras durante toda su carrera política, no los abandonará, por lo que de antemano se anticipa que viajarán a Saltillo el todavía titular del DIF, Guillermo Covarrubias.
Otros que ya tienen su ropa acomodada para el viaje son Mario Cepeda Jr., así como Jesús Villalobos, Mario Valdez, Miguel Mery y algunos otros. Claro que se encuentran varios que tendrán que esperar a que termine la administración municipal, para luego incorporarse al gobierno estatal como el mismo alcalde Jorge Luis Morán, Xavier Herrera, director de Simas y Gerardo Berlanga, de Obras Públicas.
Muchos de los elegidos, acompañaron a Riquelme Solís a lo que fue casi su primer acto, a la inauguración del campo militar en San Pedro de las Colonias, misma que estuvo a cargo de Enrique Peña Nieto, Presidente de México.
En el evento el mismo gobernador electo traía una sonrisa de oreja a oreja y los que estarán en su gabinete no cabían de contentos, por lo que al final para los priístas, la historia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tuvo un final feliz. Claro que hay otros, que todavía siguen respirando por la herida.