Empuje de coches eléctricos impulsa metales ecológicos
El mercado comienza a pagar más por materiales sustentables, esto como consecuencia del escrutinio en las empresas alrededor de sus prácticas ambientales
Desde el “cobre feng shui” hasta el aluminio bajo en carbono, la revolución de energía verde sacude los mercados mundiales de materias primas y eleva la demanda de las materias primas de mayor calidad.
A medida que las compañías automotrices más grandes del mundo se centran en producir más vehículos eléctricos, se enfrentan a un mayor escrutinio sobre los efectos éticos y ambientales de sus cadenas de suministro.
Desde los metales para las baterías, como el cobalto, hasta las materias primas industriales como el aluminio y el cobre, el mercado comienza a pagar una prima por los metales sustentables e identificables.
Ese tipo de desarrollo bien puede provocar una divergencia permanente de precios en todos los mercados de materias primas, con precios más altos para los productos con bajas emisiones de carbono al igual que formas de metales más procesadas para las baterías de los coches eléctricos.
El London Metal Exchange, el intercambio de metales más grande del mundo, dice que trabaja en nuevos contratos que reflejen una probable prima en el precio de los metales para las baterías.
La semana pasada, 10 de las automotrices más importantes del mundo, entre ellas BMW y Volkswagen, se reunieron en Bruselas y se comprometieron a abordar las cuestiones éticas y ambientales que se relacionan con su uso de materias primas. “Si dices como sector que queremos movernos en esa dirección, los proveedores comenzarán a integrar ese criterio en sus procesos”, dice Stefan Crets de la red de negocios CSR Europe, que ayudó a convocar la reunión.
Norsk Hydro, la compañía noruega de aluminio, lanzó la semana pasada dos productos de metal de baja emisión de carbono, el cual venderá con una prima. Uno tiene un máximo de 4 kilogramos de CO2 por kilogramo, cubriendo todas las emisiones desde la extracción de la materia prima bauxita a la refi nación del alúmina hasta la producción final de aluminio. El otro tiene un contenido mínimo reciclado de 75 por ciento. Los dos se producen a través de energía hidroeléctrica, dice la compañía. “Lo vemos en todo el sector automotriz, tanto en los vehículos híbridos como en los totalmente eléctricos. Hay dos desarrollos: tener un peso más ligero para reducir el consumo de energía y la perspectiva del ciclo de vida, tener material de producción que también tenga una baja huella de carbono”, dice Erik Fossum, director de comercialización de la Operación de Materias Primas de Norsk.
La compañía chilena estatal de cobre, Codelco, el mayor productor de metales del mundo, también dice que comenzará a cotizar el cobre de una manera en la que se tome en cuenta su huella ambiental y ética. Con el nombre de “cobre responsable, sustentable e identificable”, la compañía planea etiquetarlo en chino como “cobre feng shui”. “Esperamos que la sustenta- bilidad se centre cada vez más en la adquisición de materias primas, sobre todo cuando tienen como destino los productos que buscan ser ambientales y socialmente responsables, como los automóviles eléctricos”, dijeron los analistas de Investec.
El movimiento es paralelo a los esfuerzos de China en su ofensiva contra los productores de materias primas contaminantes. Eso se marcó con campañas para reducir la contaminación del aire en las grandes ciudades este invierno y las ofensivas contra la capacidad ilegal de aluminio que se extiende por toda la cadena de valor de las materias primas.
Las enérgicas medidas ambientales ayudaron a impulsar más de 24 por ciento los precios del aluminio hasta la fecha. La presión para ser más eficientes y reducir las emisiones también provocó que las siderúrgicas favorezcan el mineral de hierro de más alta calificación.
El diferencial entre el mineral de hierro de alta calificación y el de baja calificación se amplió a más de 20 dólares por tonelada este año, en comparación con una diferencia de entre 5 y 8 dólares por la tonelada hace 18 meses.
El productor australiano de mineral de hierro de menor calificación, Fortescue, dijo la semana pasada que cambiaría su producción a mineral de hierro de alta calidad. Sus acciones tienen una caída de 23 por ciento este año, en comparación con un alza de 19 por ciento en las acciones de Rio Tinto, que produce mineral de mayor calificación. “Hubo un cambio hacia una mayor calidad en todos los ámbitos”, según Colin Hamilton, analista de BMO Capital Markets. “Cuando te vayan a monitorear todos los días vas a pagar para tener materias primas de mejor calidad”.
El suministro de los metales de la batería están sujetos a un mayor escrutinio, ya que las ventas de automóviles eléctricos subieron 63 por ciento en el tercer trimestre en comparación con el año anterior, y la mitad de las ventas proviene de China, de acuerdo con Bloomberg New Energy Finance.
Más de la mitad del cobalto del mundo proviene de la República Democrática del Congo, donde hasta una quinta parte se extrae a mano, en algunos casos por niños, según Amnistía Internacional.
Los mineros que pueden demostrar que tienen una cadena de suministro limpia e identificable pueden empezar a ser más agresivos con sus precios, de acuerdo con los comercializadores.
Este año, la diferencia entre el hidróxido de cobalto que provenía de fuentes “limpias” como las grandes compañías mineras y las fuentes no identificables en promedio fue de entre 4 y 6 por ciento, según Benchmark Mineral Intelligence.