En suspenso, declaratoria de EU sobre Jerusalén
Como lo han hecho cada seis meses los predecesores del presidente Donald Trump y él mismo por primera vez en junio pasado, la Casa Blanca debe decidir en estos días si renueva una cláusula derogatoria a la ley que impone, desde 1995, instalar la embajada de EU en Jerusalén o bien dar luz verde al cambio de sede, como lo prometió Trump en su campaña electoral.
Pero según diversos medios en EU, citados por el semanario francés LeNouvelObservateur ( L’Obs) Trump podría esperar al miércoles para pronunciar un discurso al respecto, lo que no ha sido desmentido por su yerno y principal asesor en el tema palestino-israelí, Jared Kushner, de origen judío.
Según L’Obs, informaciones contradictorias circularon en las últimas semanas, pero no se descarta que Trump declare a Jerusalén capital de Israel, aunque no transfiera de inmediato la sede diplomática.
Una decisión simbólica, pero explosiva, añade L’Obs: para el presidente palestino, Mahmud Abas, esto “destruirá el proceso de paz”que Trump se dice determinado a relanzar como “tarea colosal”, confiada precisamente a Kushner.
Desde 1980, Israel considera a la ciudad santa como su capital “eterna y reunificada”, pero los palestinos afirman que la parte este de Jerusalén debe ser la capital del Estado al cual aspiran. Esto hace de su estatus uno de los nudos más espinosos del conflicto.
La ONU nunca ha reconocido a Jerusalén como capital de Israel, ni la anexión de su parte oriental conquistada en 1967 tras la Guerra de los Seis Días.