Gente de origen mexicano en EU, más propensa a diabetes
La proporción es más del doble de lo reportado entre nativos blancos de ese país; el fenómeno se seguirá analizando para identificar el peso de la genética
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos reportó, tras una investigación de casi una década, que la prevalencia de diabéticos mexico-americanos es de 18.3 por ciento, es decir más del doble de lo reportado entre los nativos blancos con 8 por ciento, advirtió Sonia Arteaga, directora del Programa para la Prevención de Obesidad y Afecciones Cardiovasculares de ese organismo.
Arteaga explicó que los resultados preliminares del estudio llamado Diabetes, obesidad y colesterol, efectuado con 16 mil latinoamericanos, revelan que los mexicanos nacidos en Estados Unidos también tienen una prevalencia de diabetes superior a los sudamericanos, quienes registran 10.2 por ciento, por lo que él fenómeno se seguirá analizando para identificar el peso de la herencia genética frente a los hábitos alimenticios.
La investigación estadunidense efectuada con personas de 18 a 75 años, incluyendo a familias completas, abarca también estudios clínicos, genéticos y de hábitos alimenticios que arrojaron una prevalencia de diabetes en cubanos de 13.4 por ciento, de 17.7 por ciento en centroamericanos y 18.1 por ciento en puertorriqueños y dominicanos.
Se refleja en los niños
En la Universidad Georgetown, la especialista refirió que el impacto de la obesidad como base de la diabetes ya se está reflejando en niños y, de acuerdo con las estadísticas, 70 por ciento de los menores hijos de mexicanos tienen sobrepeso y obesidad. Además, al menos 39 por ciento tiene de dos a más factores de riesgo para desarrollar afectaciones cardiovasculares y diabetes durante su juventud.
Para la especialista es evidente que un mexicano en su país es más sano que uno que nace y vive en Estados Unidos y, aunque aún están en proceso de determinar científicamente las causas, la prevalencia de diabetes entre ambos grupos es casi del doble (en México es 9.4 por ciento).
Según el Instituto Nacional Estadística y Geografía (Inegi) en 2015 la diabetes causó el fallecimiento de 98 mil 521 personas, siendo la primera causa de muerte en México y propiciando que se lanzara una alerta epidemiológica.
En la investigación estadunidense, que forma parte de un grupo de estudios de factores de riesgo en el que se invirtió 800 millones de dólares, se han identificado dos aspectos; uno es que la población diabética mexicoamericana tiene menores niveles de estudios escolares y el otro es que existe una vinculación entre mujeres obesas con el hecho de que sus hijos formen parte de los sectores con riesgo de desarrollar el padecimiento. “En términos generales, la diabetes y la obesidad tienen en Estados Unidos un impacto anual por 140 mil millones de dólares. Por ello resulta esencial este tipo de investigación para establecer políticas públicas, independientemente del estatus migratorio, algo que no preguntamos durante los estudios basados en entrevistas, así como análisis clínicos y genéticos”, aclaró.
De igual manera, abundó, han detectado que la depresión, la falta de sueño y los problemas psicológicos contribuyen a la resistencia a la insulina, a la obesidad y al sobrepeso.
Comer sano
“Es claro que comer sano es más caro que comprar comida altamente calórica, lo que no queda claro es por qué afecta más a los mexico-americanos. Hemos detectado un componente de comunidad en sus hábitos y eso gracias a que vamos en este estudio tocando casa por casa, analizando de manera integral los factores de riesgo”, destacó.
La investigadora refirió que la investigación aún no tiene tiempo de concluir, de hecho se ampliará ahora a los niños y adolescentes para hacer intervenciones oportunas, adecuadas, que cierren el paso a las enfermedades crónicas y degenerativas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que las enfermedades no transmisibles son responsables de ocho de cada 10 muertes. En América Latina se registran 5.2 millones de fallecimientos anuales por ese tipo de padecimientos y se espera que en la próxima década aumenten.