Esas son puras mentiras
ero por supuesto que lo dijo”, aclaró contundentemente el ex conductor de Access Hollywood, Billy Bush respecto a los rumores de que Donald Trump está diciendo que sus declaraciones grabadas respecto a agarrar a las mujeres por sus partes íntimas y besarlas sin pedir permiso jamás ocurrieron y que fueron parte de la maquinaria del fake news.
El conductor de programas de espectáculos aún sigue sin conseguir trabajo después de que se hiciera pública la grabación con Trump hablando de la materia durante las campañas electorales. Y, como bien sabrán, Trump sigue siendo presidente de Estados Unidos.
En el contexto de que tantos artistas (y demócratas) están perdiendo sus trabajos por la gran cantidad de acusaciones respecto a malas conductas sexuales, sí, resulta increíble ver cómo es que al único al que le perdonan los mismos hechos es al presidente. Cuando la semana pasada, éste se atrevió a insinuar que eso ni siquiera había pasado, que había sido una creación de sus enemigos políticos, Billy Bush reventó, cual debe. Él fue responsable de seguirle la plática a quien en ese entonces era el rey de los ratings por el programa El Aprendiz y lo acepta. Por eso escribió, en una columna invitada, en el New York Times que podía entender perfectamente lo que sentían las mujeres que acusaron a Trump de lo que él mismo había presumido (con un micrófono prendido) y a quienes no se les hizo el menor caso.
El término de revisionismo histórico, que usa Bush es más que correcto y más aterrador cuando pensamos que alguien que no solo fue grabado, sino que admitió que era él en la grabación se puede salir con la suya de tal manera.
Por supuesto que la gente del espectáculo debe tener un carácter moral decente, sobre todo aquellos con poder de afectar otras vidas. Y la pregunta de por qué esto no aplica para la persona más poderosa del mundo se contesta sola. Pero no hay que dejar de gritar al respecto, porque las consecuencias, evidentemente, no son solo para Estados Unidos.
¡Que alguien me explique!
¿Por qué nadie le ha sugerido a Andrés Manuel López Obrador que vea la tercera temporada de la serie NARCOS en Netflix para que vea una versión de los hechos sobre cómo acabó un intento de amnistía con ellos en Colombia? (Está esa opción o hablar directamente con la gente que lo vivió, todavía quedan muchos por aquí).