Así vivimos… De la democracia a la república aún queda mucho trecho
Próximos a iniciar el año 2018, ya suenan los tambores que anuncian (otra vez) elecciones en todo el país, y Torreón no será la excepción ya que, además de los cargos federales, elegiremos de nueva cuenta a nuestro alcalde.
Pero en medio de esta euforia electoral, es necesario reflexionar sobre los últimos comicios y el papel que jugamos los ciudadanos después de cada elección.
Tan solo en los últimos 10 años, hemos tenido 7 elecciones, mismas que en promedio, han registrado un 50% de participación electoral, no obstante países como Francia registran una participación del 80%, podemos afirmar que en nuestra ciudad existe democracia, aunque solo 1 de cada 2 torreonenses salga a votar.
Algo que preocupa, es que en la reciente encuesta de percepción del Observatorio de la laguna, se preguntó a los ciudadanos la satisfacción con el desempeño de las autoridades electorales y solo el 10% afirmaron estar satisfechos, por lo que la gran mayoría no se sintió confiado con su trabajo.
Sin embargo, la democracia es solo el primer paso para tener una república, y es que más allá de los árbitros y las urnas, está la participación diaria de la ciudadanía, de la que solo el 67% considera importante ejercer el voto y al resto le da prácticamente igual, tomando como referencia la misma encuesta.
7 de cada 10 torreonenses no conocen el nombre de algún regidor, y las cifras son similares cuando de diputados se habla, estos datos son el vivo reflejo en parte, de un hartazgo generalizado de una ciudadanía que es indiferente a los actores políticos consecuencia de la corrupción, y también de una apatía social que ha permitido que los malos servidores públicos se mantengan en el ejercicio del poder.
Este grado de apatía se refleja en los datos que muestran que solo el 20% de los torreonenses participa en alguna asociación o grupo, y el 80% restante no lo hace, simplemente porque no le interesa o no tiene tiempo.
Y es el mismo tiempo el que habrá de rebasarnos de no cambiar esta mentalidad, debemos exigir diariamente cuentas a nuestros diputados y regidores, de tal manera que el ejercicio del gobierno no quede en manos solamente del ejecutivo, logrando así una verdadera república.