Según Duke Ellington
Es una pieza un tanto oscura, no muchos la conocen, pero realmente es una joya”, dice a MILENIO el trompetista Isaías Jiménez
uando Duke Ellington grabó con su orquesta el disco TheNutcrackerSuite (Columbia, 1960), una adaptación jazzística del ballet ElCascanueces, de Piotr Illich Tchaikovsky, los críticos se dividieron: mientras unos cuestionaron el hecho de que hubiera adaptado una obra clásica, otros la alabaron sin reservas.
“¿Qué placer estético encuentra Duke en caricaturizar estos relativos pesos pesados?”, dijo John McLellan, refi riéndose también a su adaptación de la SuitePeerGynt, de Edvard Grieg. Eddie Lambert afi rmó que “El Cascanueces ha sido transformado al jazz con afecto, habilidad y humor, en la medida en que a la partitura no le falta riqueza de texturas y tono de color”.
En nuestros días, el crítico WeiHuan Chen sostiene que el álbum de Ellington no fue “otro disco de Navidad más, ese fenómeno comercial de reempacar éxitos de la temporada. Al adaptar la partitura de Tchaikovsky para orquesta de jazz, Ellington estaba preparado tanto para ampliar el atractivo de su banda, como para cimentar su estatus como genio compositor”.
El año pasado, la Latin American Orchestra, dirigida por el trompetista Isaías Jiménez, interpretó por primera vez en México TheNutcrackerSuite con los arreglos de Ellington y Billy Strayhorn (considerado el álter ego del maestro). La orquesta repetirá la obra en el concierto denominado BigBandChristmas Jazz el próximo 19 de diciembre en La Parrilla Argentina, donde tocará también temas navideños.
Ante la necesidad de contar con una orquesta propia, Jiménez fundó la Latin American Orchestra en 2010. En entrevista para MILENIO, indica que la integró “con músicos que he encontrado en el medio profesional, ya que me dedico al teatro musical, al jazz y a la música de concierto. En diversas orquestas fui convenciendo a mis amigos de sumarse al proyecto”.
El año pasado, la orquesta se presentó con la actriz y cantante estadunidense Laura Dickinson, que maneja un repertorio muy moderno basado en la música de Frank Sinatra, cuenta el trompetista. “Este concierto del 19 de diciembre se basa en TheNutcrackerSuite, de Duke Ellington, completa. Es una versión de la obra de Tchaikovsky pero a la manera de Ellington. Es una obra un tanto oscura, no muchos la conocen, pero realmente es una joya muy especial, dividida en nueve movimientos”. ¿Cómo se transforma ElCascanueces en manos de Ellington? Para empezar le pone mucho swing, además de que se trata de otro tipo de ensamble: en la orquesta clásica tienes muchas cuerdas, mientras que en la banda la única cuerda es el contrabajo. Todos esos colores de las cuerdas los distribuye entre trompetas, saxofones y trombones. Además, le agrega lo esencial del jazz: la improvisación. Es una obra muy especial, una de mis favoritas. ¿Fue difícil conseguir las partituras, ya que no es una obra conocida? Las partituras no estaban a la venta, así que con ayuda de un compañero me pasé cinco años transcribiéndolas, escuchando una y otra vez la obra. Me tardé mucho porque hice este trabajo en mis tiempos libres. ¿Qué tipo de apoyos ha recibido la orquesta? Somos una orquesta independiente, pero la Lincoln Center Jazz Orchestra de Nueva York nos hay apoyado mucho con consejos, clases y materiales. Nos han brindado mucha orientación y, por supuesto, acceso a su archivo de partituras, algunas de las cuales en ocasiones son muy difíciles de conseguir.