El tenor Ramón Vargas, junto a la Camerata de Coahuila, se presenta en el TIM dentro de la GalaOperística 2017
Con melodías de Amadeus Mozart, Gaetano Donizetti, Giuseppe Verdi y Di Capua
LJorge Maldonado / a Camerata de Coahuila de Torreón se vistió de gala al unir sus lazos y presentar en el Teatro Isauro Martínez al tenor internacional Ramón Vargas, uno de los cantantes líricos de mayor calidad a nivel mundial.
Poco a poco fueron arribando las personas al mítico teatro lagunero, al que asistieron con elegancia incluso algunos aprovecharon el clima frío del invierno en La Laguna para vestir largas gabardinas para escuchar buena ópera italiana.
Después de las pruebas preliminares de los instrumentos y de la presentación del director de orquesta, Ramón Shade, él mismo dio la indicación para iniciar con un segmento de melodías de Wolfgang A. Mozart empezando con “Obertura a Don Giovanni K.527”, mismo artista clásico con el que se recibió al tenor internacional Ramón Vargas para presentar su voz a los laguneros con “La escuela de los Amantes” así como “El Imperio de los Sinsentidos”.
El interludio entre cada canción sirvió para el agradecimiento tanto del público hacia los artistas y viceversa. El tenor dijo sentirse complacido por el recibimiento de una ciudad que conoce de música y “nada neófita”, recalcó en su oportunidad.
Luego, en el repertorio dedicado a Gaetano Donizetti, aperturó la Camerata el segmento interpretando ahora a “Don Pascale” que dio paso para que reapareciera la voz grave del tenor Vargas con la canción “El elixir del amor, una Lágrima Fortuita”, la cual transmitió dramatismo puro en mancuerna con el sonar de las cuerdas, solfeos y percusiones de la orquesta.
Una voz prodigiosa fue la que visitó el majestuoso Isauro Martínez considerado uno de los más bellos escenarios teatrales de México, tal como ha visitado los mejores teatros del mundo luego de haber iniciado su carrera como niño cantor en la Basílica de Guadalupe.
Para cerrar la noche que engalanó el tenor Vargas, tocó el turno de tocar “I´te vurria Vasá” de Di Capua y Mazzuchi, “Torna a Surriento” de Ernesto Curtis, así como “Core ´ngrato” de Salvatore Cardillo. Sin embargo, ante todo no podía despedirse sin presentar a los asistentes una de las canciones más conocidas en el mundo, fuera del programa, Ramón Vargas y la Camerata interpretaron “Oh Sole Mío”.
El interludio entre cada canción sirvió para el agradecimiento del público El tenor dijo sentirse complacido por el recibimiento de una ciudad que conoce